¡Hola gentecilla! ¿Echábais de menos un poco de recomendación lectora? ¡Pues aquí viene una saga de manga que no podéis perderos!
Para ver la reseña de la primera parte (la adaptación a anime) podéis acceder aquí
¡ALERTA SPOILERS EN ESTA ENTRADA DE TERCERA Y CUARTA TEMPORADAS DE ANIME!

Es una nueva era de paz. Los Siete Pecados Capitales han dejado de ser convictos perseguidos por la justicia y el mundo parece retomar su curso. Sin embargo, eso no significa que muchos de nuestros héroes no tengan cuentas pendientes. Ban sigue queriendo resucitar a Elaine, Meliodas y Merlín no están convencidos de que los demonios sigan sellados para siempre y Diane solo acaba de recuperar sus recuerdos sobre su infancia junto a King. Además, cerca de Edinburgo han empezado a suceder cosas extrañas… Vivos convertidos en marionetas sin voluntad. Por otro lado, cerca de la ciudad de Raven, los muertos parecen estar levantándose de sus tumbas y atormentando a los vivos. Si se suma la aparición de dos extraños monstruos ancestrales, llamados Albiones, cerca del Bosque del Rey Hada y de Camelot, eso solo parece una seña más de que el juego no ha terminado. Brittania, en su hora más oscura, necesita a los Siete Pecados Capitales. Pero… ¿qué supondrá volver a reunir al grupo, sobre todo cuando ciertos secretos salgan a la luz?
RESEÑA
Como podéis comprobar, fanáticos de Nanatsu, esta reseña va a comprender solo los capítulos que me he leído en manga (aunque de algunos ya haya visto el anime también, como es el caso de la segunda temporada). Cuando acabe el anime, prometo hacer también un pequeño recopilatorio de lo que haya visto (contando «rellenos», escenas inventadas extras -que las hay- y calidad del dibujo -los que estén viendo la tercera temporada saben de qué hablo…-)
Vamos con una reseña de las que me gustan y hace mucho que no hago: ¡10 puntos, 10 ideas!
- La necesidad y el «ansia viva» de saber cómo seguía
Comenzamos con la parte fácil. Como visteis en la reseña del anime, en su día empecé la

serie en Netflix viéndola directamente en español (fans otaku estrictos, no me matéis, ¿vale?). Después de eso y, sobre todo, de escuchar la voz de Ban (ay, dioses, qué maravilla), aparte de que la veo en compañía y no solo decido yo sobre esto :), digamos que estuve pendiente de que saliera la segunda temporada en Netflix durante mucho tiempo. Mínimo hasta que descubrí que el manga, en efecto, ¡estaba disponible online!
Si sumamos a esto que me comí sin quererlo un spoiler bastante gordo sobre Ban y Elaine (sí, vais a oírlos bastante a lo largo de la reseña, avisados estáis), dije… ¡tengo que saber qué pasa! Y comencé a leer…
2. La periodicidad semanal

Muchas veces he oído la misma queja sobre los mangas y la periodicidad con la que salen. Sobre todo, aquellos que salen una vez al mes y, encima, van y se retrasan. En este caso, bendito sea (con excepciones, que retrasos ha habido y gordos…), la actualización era una vez cada semana. La parte mala de esto, además siendo un shonen, es que algunas batallas se te hacen eteeeernas… Si no me equivoco, me puse al día con el manga sobre septiembre de 2018, que es cuando empecé a leerlo semana a semana (o cada dos semanas, a veces) en español.
Luego pasé a leerlo en inglés y, por último (desde noviembre 2019 que lo descubrí) a leer primero la versión RAW en Coreano con los spoiler en imagen. Confieso, ha sido divertido pero no sé si volvería hacerlo. Angustia asegurada… xD
3. ¡SORPRESA!

Eso sí, creo que (con perdón) todos los fans nos cagamos en los ancestros de Nakaba Suzuki en orden alfabético y fila india cuando, en abril de 2019 todo el mundo esperaba que la saga terminara (incluyendo 3 capítulos llamados «EPÍLOGOS», que manda ovarios…) Y… ¡OH, SORPRESA! No. La teoría más extendida: el señor se equivocó y cuando dijo Abril de 2019… Quería decir 2020 ¬¬ Cosas que pasan, ¿no?

Yo, por mi parte, que veía todo solucionado (sobre todo para mis favoritos), me he tirado otro añito más mordiéndome las uñas a ver qué pasaba. Y, bueno, luego os comentaré el final… Pero considero que justo esa última parte ha resultado tan insulsa como, digamos, innecesaria para la trama real. Y ya he visto que hay muchos fans que corroboran esa idea, así que no sé que será de esa posible secuela que dicen que habrá…
4. El ranking de popularidad
En este caso, como podéis comprobar si antes habéis leído la reseña sobre la temporada 1 del anime, mis lealtades han cambiado un poquito desde los inicios. Al principio, reconozco que mi debilidad máxima era King y a Ban, en concreto, no sabía si darle un achuchón o un tortazo. Pues no me preguntéis en qué momento eso se invirtió, porque no tengo… ¡NI LA MÁS MÍNIMA Y REPAJOLERA IDEA!
De repente, un día, creo que empecé sencillamente a mirar a Ban con otros ojos. De la noche a la mañana, su relación y su preocupación por Elaine se me hicieron tan tiernas que dije… «Tú, aquí hay más material donde escarbar». Mientras que King, a pesar de su evolución, confieso que se quedó muy plano en comparación. Sí, tenía su interés romántico y algo adolescente en Diane, parecía que se querían corresponder, luego no, luego sí…

No sé. Igual es que sin quererlo me he transformado en adulta sin darme cuenta en este año. Pero desde el «morreo», tal cual, de Elaine y Ban a mediados de segunda temporada del anime (para que tengáis una referencia más visual) y su potencial resurrección, sumado al triángulo amoroso temporal con Jericho… Qué queréis que os diga, me fui como un imán detrás de ellos dos. Claro que, desde agosto de 2018 hasta abril de 2019, en un sinvivir teorizando a ver en qué iba a acabar la cosa entre los dos tortolitos… Jericho, la pobre, para bien o para mal salió rápido de la ecuación. Aunque admito que Ban y ella pegan… 😉
En particular, debo decir que Ban y Elaine son dos de los personajes más complejos que tiene el manga. Cierto que Ban, quizá, no es el mejor guerrero del mundo y prefiere, por norma, dejarse atizar sabiendo que se va a regenerar. Y a Elaine, dependiendo del momento, la dejan un poco más de lado a pesar del potencial mágico que tiene (y el hilo entre la vida y la muerte, que no le ayuda a hacer mucho…). Sin embargo, creo que el desarrollo fuera de lo corriente, vamos a decir, que Suzuki da a esta pareja de cara al final del manga me ha hecho incluso quitarme el sombrero. Primero, sí, se

agradece que el autor esperara a que Elaine pareciese al menos adulta de 18 años antes de meterlos en la cama, vamos a decirlo claramente. Antes de eso la muchacha parecía que tenía 12 años y, de hecho, hay gente que considera «desagradable» esta relación. Ejm, me guardo los comentarios de cualquier forma…
Después de ese paso a adulta, sin embargo, es curioso que ambos se acuestan como amantes y, en principio, nadie parece tener pega (aun siendo ambiente medieval). Cuando la gente habla de casarse, estos tienen claro que prefieren vivir su vida sin complicaciones y lo que venga. Y, sobre todo, la naturalidad de su relación y sus sentimientos, la fe en el otro pase lo que pase. También, quizá, esa posible madurez de sentimientos que no encuentro, por poner ejemplo, en King y Diane y, ni mucho menos, entre Meliodas y Elisabeth.
Estos dos últimos, en particular, siendo verdad que son los dos protagonistas, siento decirlo: cada día los aguantaba menos. Elisabeth vale que tenga dieciséis años, pero es

que parece tonta de remate para algunas cosas, aun estando en guerra. Eso sí, con eso de que tiene el poder de una diosa dentro, es como Rey en Star Wars; que por alguna razón todo le sale bien… Meliodas, por otro lado, hasta su propio hijo al final del Manga dice que en doce años que han pasado desde la derrota del Rey Demonio no ha cambiado una pizca (ni en lo de meterle mano a Elisabeth, tampoco).
5. Las muertes que se ven venir
Esta es otra cosa que llevo notando desde hace un tiempo que leo o veo más shonen. Salvo excepciones contadas, los personajes que van a morir en un manga o anime, sin quererlo, vienen como «avisados». No sé si me explico. Es como si el autor te diera señales de: «eh. Este tiene papeletas. No te sorprendas si muere». La única sorpresa en ese sentido que me he llevado en un shonen ha sido Maes Hughes, en Full Metal Alchemist. Pero luego te daban una justificación muy válida para que eso sucediera y, de hecho, era muy al principio.

La de Escanor, predecible.
La única incierta en ese sentido aquí era, por supuesto, la pobre Elaine. Ahora bien,

también es cierto que muchas de las aparentes muertes -Zeldris, Arturo- de repente resultó que no eran muertes, es que «estaban de parranda» y había que sacarlos del pozo. Lo dicho, ¿muertes sorpresa permanentes en shonen y no anticipadas? Cada vez veo menos… ¿Signo de identidad?
6. No puedes resucitar gente. ¿Quién lo dice? El sacrificio por amor siempre vencerá.
Pues sí, señor. Voy a dedicar un capítulo aparte a esto, siguiendo con el anterior punto. Y es que es una de las espinitas que tengo clavada desde siempre, desde que empecé a escribir novelas con 13 años. Ese momento de «no puedes resucitar a alguien de forma permanente». ¿Vosotros sabéis lo que he sufrido con Elaine, dando por hecho casi sin quererlo que no podría resucitar, pero queriendo que Suzuki se saltara los esquemas y dijera: «por mis narices que resucita»? Por suerte, gracias a los dioses, lo hizo. Confieso que la fórmula la vi venir desde la batalla en el Purgatorio con el Rey Demonio y rompió cualquier posible elucubración por mi parte, haciéndome desear ese reencuentro del capítulo 308 como agua de mayo (para más info, leer aquí <3)

La cosa es que luego me tiré el resto del año que faltaba de lectura con el alma en vilo pensando que a Ban me lo iban a matar a la mínima de cambio. ¿Que sobrevive sin despeinarse a la batalla con Meliodas y después contra su padre? ¡Y a mí qué! Yo solo quería que me lo dejaran en paz, hombre… Claro que, como decía, todos pensamos que la cosa acabaría en el 310 y Suzuki nos dio la (desagradable) sorpresa de que, en efecto, no.
7. La desagradable sorpresa: el último octavo de la saga
Si calculamos más o menos a ojo, todo lo sucedido en el último año en el manga de SDS sería, más o menos, la segunda mitad de una cuarta y última temporada del anime. De ahí lo del último octavo de la saga.
Reconozco que, como a otros muchos fans, me chocó el hecho de que Nakaba Suzuki de repente quisiera continuar la historia después de derrotar a los Mandamientos, que Meliodas rompiera la maldición de Elisabeth, King se quisiera casar con Diane y Ban lograra resucitar a Elaine. ¡Estaban todos contentos, por amor de una madre! La pega, lo de que Meliodas tuviera que volver al mundo demonio. ¿Tan mal final era ese?
Pues no. Resulta que había aún cosas por cerrar. La primera, la muerte de Escanor. Que, como decía, era de las que se veían venir a kilómetros (capítulo spin-off incluido). Sí, fue muy triste, pero reconozco que no es el personaje que más me gustaba, al menos en su forma mazacote orgullosa. En su forma tabernera, sí: era un ser adorable y una ricura maravillosa. Pero bueno, qué le vamos a hacer…

Otra cosa que me resultó curiosa en ese arco es que, de repente, Elaine pasó a ser una mera secundaria que aparecía de la nada a ratos y luego volvía a desaparecer. Por otra parte, Merlín por arte de magia se saca un plan maquiavélico de la manga y resulta que estaba enamorada de siempre de Meliodas. WHAT? Por si fuera poco, después de eso, la batalla con Cath Palug duró aproximadamente ocho capítulos. ¿Qué está pasando? ¡La

batalla contra los Mandamientos duró tres años de manga por decir algo! ¡Y la del Rey Demonio duró casi uno! ¿Qué clase de cierre apresurado es ese? Y sin más. De un segundo al otro, Arturo revive -sorpresa, nadie lo vio venir (ironía)-, absorbe un poder inmenso y voluble y se vuelve con Merlín a reconstruir Camelot.
La única parte que me gustó de ese arco, la posible predicción de futuro de Cath: todos viven felices, cada uno en su reino. Ban muere en la cama de viejo tras disfrutar una vida plena con Elaine y tener un hijo… ¿Qué más podría pedirle al futuro de estos chicos?
Por otra parte, me dio bastante pena y a la vez me dejó un poco vacía la marcha de Hawk. En el sentido de: «¿y ya está? ¿Te vuelves al Purgatorio, te encuentras con tu hermano perdido de nuevo y ya?». Muy flojo, la verdad.
8. El último capítulo
Después de tanto tiempo esperando y del hype que había provocado el autor desde hacía algunos capítulos, hay varias cosas que no me convencieron. Primero, los saltos temporales en los últimos tres capítulos.

A ver, que sí, que me ENCANTÓ, primero, lo de «nos vamos de ruta de la cerveza» de Ban y Elaine; después, poder ver a esta última en dulce espera y esa carita de Ban de «eres la cosa más bonita del mundo hasta estando redonda como una pelota».

Elisabeth y Meliodas, en fin, ya sabéis mi opinión… xD Pero, a partir de ahí, ¿saltar 10 años y ni siquiera mostrar a Lancelot? ¿Ni siquiera mencionar a Elaine? Vale, sí, que Meliodas es un «voy a mi rollo» de tres pares, pero… ¡No sé! ¡Suzuki! ¡Creía que a la pobre muchacha le tenías algo de cariño! ¡Mencionarla al menos! Pues no, como si no existiera…

Por un momento, reconozco que temí dentro de mis pensamientos: Elaine es mucho más pequeña que Ban, es la primera vez que un hada se queda embarazada de un humano… Esto ha sido un desastre y Elaine ha muerto en el parto por lo que sea (lecciones de reproducción, salid de mi cabeza ¬¬). Pero luego dije: «bah, imposible. Si fuera así, ni King habría perdonado a Ban por preñar y, digamos, ‘matar’ a su hermana; ni Ban estaría tan contento siquiera diez años después. El crío le recordaría eternamente a su esposa muerta.»

Y, para qué engañarnos, quiero pensar que Suzuki hubiese hecho mención a ello. Además luego ya he indagado y visto que en los shonen lo de matar a gente porque sí no es tan frecuente, así que respiré un poco más tranquila… Solo un poco. Y ahora os explico por qué.
9. ¿Qué pasará ahora? La nueva generación
Pues sí. Es la pregunta del millón. Ahora que los Siete Pecados Capitales han terminado su arco y han tenido a los peques, la secuela se anuncia al final del último tomo. «Los cuatro caballeros del Apocalipsis», muy probablemente centrada en el rey Arturo y, también casi seguro, Tristán y Lancelot como mínimo.

El hijo de King y Diane diría que, salvo mucha casualidad, para ese momento temporal seguiría siendo un bebé (hadas y gigantes crecen despacito, son bastante longevos, etc.) con lo que yo no contaría con él.
¿Qué significa esto? ¿Volveremos a ver entonces a alguno de los pecados? ¿Meliodas y Ban volverán a salir acompañando a sus hijos? ¿O el autor decidirá dar un giro dramático de trasfondo y ventilárselos?

Sí que es cierto que, según la leyenda artúrica y si Suzuki fuese fiel, habría ya varios cadáveres por el camino: Ban hubiera muerto antes de nacer Lancelot, luchando junto a Arturo. Elaine hubiese abandonado al bebé con la Dama del Lago o similar tras nacer. Y Elisabeth hubiese muerto en el parto. Eso para el final de SDS. Para la secuela, dependiendo de lo que quiera contar Nakaba, siendo muy fiel al mito original, mínimo tendría que:
- Cargarse Liones con una ola gigante (lo que es improbable ya que el Liones de SDS está en medio de tierra y no cerca de la costa).
- Que Lancelot le robe la mujer a Arturo y, o bien consiga fugarse con ella, o bien se lo carguen también antes de que lo consiga.

- Que Tristán se enamore de Isolda y acaben los dos caput como en la historia original de estos trágicos amantes.
- Que Morgana o alguien tenga un hijo llamado Mordred que se acabe cargando a Arturo y provocando la caída de Camelot.
Aparte de todo esto, sigo manteniendo una teoría: si Ban muere, Elaine que fue resucitada por su poder -aunque ese poder fuese original de la fuente de la juventud del Árbol Sagrado-, sería lógico que también muriera. Además, sería como un final dulce e ideal para ambos. Los dos a la vez entrando en la Necrópolis para siempre. ¿No sería bonito? Creo que sería lo ideal, la verdad.

10. Merlín, el eterno interrogante aunque necesario para la secuela
Pues eso. Para terminar, yo, visto el final del manga de SDS, solo pediría una cosa: que POR FAVOR alguien le pare de verdad los pies a Merlín. La criatura más egoísta e interesada que ha existido en todo el manga. Por favor. A pesar de la orden de Meliodas de proteger a Arturo por el resto de su vida y el supuesto arrepentimiento de ella, es que no me lo creo. Es el único Pecado, a mi entender, que no ha tenido una redención real. Todos los demás, sí.

Por todos estos motivos, diría que al Manga en sí le pongo un 3.5/5 (el último octavo ha hecho bastante daño, hay que decirlo de nuevo) y espero vuestros comentarios al respecto.
¡Que la magia de la lectura os acompañe!

PD: si queréis saber más sobre cómo continúa la historia, al menos para mis favoritos, podréis leer la reseña del oneshot de Lancelot publicado en Agosto de 2020.
7 respuestas a “Reseña nº 102 – Seven Deadly Sins Manga (Nanatsu No Taizai) – Tomo 10 a 41, Nakaba Suzuki”