¡Hola a tod@s! ¿Qué tal va el verano? Siguiendo con las últimas reseñas literarias -que dejamos paradas en Semana Santa, considerando además la influencia del COVID-19- aquí os traigo, de momento, la tercera y última reseña de la triada «Seven Deadly Sins» en general y «Ban y Elaine» en particular.

Han pasado casi doce años desde que los Siete Pecados derrotaron al Rey Demonio y a Cath Palug, el monstruo ávido de Caos. Ahora, Britannia está sumida en una época de paz donde los retoños de los primeros mencionados crecen felices, sanos y fuertes en diferentes lugares de la nación. En el reino humano-feérico de Benwick, en particular, crece un niño mestizo llamado Lancelot, fruto del amor del Pecado del Zorro, Ban, y la hermosa princesa hada Elaine. Sin embargo, al tiempo que Lancelot parece empezar a cambiar su actitud hacia su padre por un motivo que este no termina de comprender, los rumores de sucesivas desapariciones de humanos por toda Britannia comienzan a llegar también a Benwick. Ni siquiera Ban, como rey del Bosque, ni Meliodas, como monarca de Liones, han encontrado aún una respuesta a ese misterio. ¿Será Lancelot el encargado de resolverlo?
RESEÑA
Esta es una reseña un tanto especial. Sabéis que, de normal, no suelo reseñar capítulos sueltos. Peeero… también sabéis que con ciertos… «personajes» tengo máxima debilidad.
Este one-shot, publicado en la Weekly Shonen Magazine en Agosto de 2020, se trata del primer one-shot del hijo de Ban y Elaine, el pequeño Lancelot… ¿será el preludio real de «Los cuatro caballeros del Apocalipsis», la prometida secuela de «Siete Pecados Capitales»? Arrancamos…
Para empezar, los que os hayáis leído ya mi reseña del manga (casi-completo) de Seven Deadly Sins intuiréis, después de ver esta entrada, que no podía quedarme sin decir nada. Es decir, después del sinvivir que tuve tras el capítulo 346 de SDS y sin saber qué había pasado con Elaine -gracias, Suzuki, eso también te lo digo-, al ver que saldría un one-shot de Lancelot antes de que se empezara a publicar «Los cuatro caballeros del Apocalipsis» fue superior a mis fuerzas. Sin embargo, el maldito mangaka con perdón ha vuelto a dejarme con algo de vuelco al corazón.

Por partes: como comienzo, reconozco que me hizo algo de gracia que Lancelot, con el pelito a lo tazón, pareciera una chica. Como dije en su día en Twitter, casi me recordaba al Alonsillo de Montalvo de Águila Roja en sus primeras temporadas. De hecho, si de mayor también se parece, creo que hasta daré gritos de alegría, puesto que a Alonso para bien o para mal también le tuve mucho cariño en su día y será bueno tener otra referencia visual para el también llamado «Ban Jr».

Por otro lado, me hizo bastante ilusión ver a Elaine y Ban -qué raro- felizmente «casados» -en el manga Q&A de SDS Ban lo dejó claro: «No-nos-interesa-tema-boda». Pero esta es otra cuestión. Eso sí: ¿por qué ahora son reyes del Bosque -supuestamente del Rey Hada- ahora llamado «Benwick»? ¿No se suponía que Ban no quería ser rey y el legítimo monarca de las hadas era King? En fin, imagino que lo explicarán en algún momento de la secuela…
Tercero, me alegré bastante de ver a Jericho conviviendo en Benwick como maestra de Lancelot y mano derecha humana de Ban. Con todo esto, yo daría por finalizadas las especulaciones sobre el tándem Ban-Jericho más allá de una sincera y pura camaradería y confianza. Muchos aventuraban si tendría un hijo -el famoso Héctor de Maris- con ella, pero no lo veo plausible desde el momento en que en este one-shot casi se refleja que Jericho se desvive por Lancelot como si fuera su propio «hermano pequeño» (palabras de Elaine, de hecho).

Por otra parte, recuerdo también que en un Q&A exclusivo de Ban y Elaine, el primero decía que quería tener dos hijos con Elaine. Sin embargo, en el one-shot solo vemos uno. Si Elaine pudo quedarse milagrosamente embarazada de uno, ¿por qué no otro más?
También, interesante el hecho que algunos interpretaron de que Lancelot, en vez de un «primo» -como muchos entendieron en el capítulo 346- tendría una «prima». Es decir, la hija de King y Diane. Sin embargo, ¿quién tendrá razón? ¿Los que decían que era Guineviere -algo que sería un poco creepy si Lancelot se llega a enamorar de ella en el próximo manga-? ¿U otra teoría? Viendo por donde tira Suzuki, yo estoy empezando a apostar por Morgana Le Fay («El Hada»), pero el tiempo dirá. También podría decir Nimue, aunque sus otros nombres, «la Dama del Lago» y «Vivian» ya han sido usados para otros personajes. A ver qué ocurre…

Las partes más dulce, sin duda, han sido dos: primero, Ban siendo protector con su hijo: arropándolo por la noche, dándole las gracias por ayudarlo y preocupándose por él al volver de patrullar. Verle como padre me ha llegado al alma, de verdad.
Y, el segundo, cómo no, ¡ese momento en el dormitorio entre Ban y Elaine! Y es que, después de todas sus timideces, su inexperiencia y su aparente «estupidez»… ¡Resulta que Elaine es la única de las tres chicas emparejadas -Diane, Elisabeth y ella- que se la ve -o intuye, al menos- DESNUDA con su PAREJA en la INTIMIDAD!

¿Coincidencia? En ningún momento parece que Ban sea de los que «obliga» o nada parecido -y no mete mano a todas horas como cierto rubio, ejem-. Sin embargo, desde la escena post primera vez del capítulo 308, Elaine ha sido la que más cercana y sensual, digamos, se ha mostrado con su amante. En ese sentido, diría que es un personaje que sigue sumando puntos en cuanto a evolución psicológica a lo largo del manga (en el anime le meten escenas innecesarias y le quitan otras a mi entender valiosas que la hacen quedar como una panoli que no es, pero bueno…).
Por cierto, punto un poco en contra desde perspectiva, supongo, europea occidental: con el poder que tiene Elaine, ¿qué es eso de que a todas horas la tengan de figurín y «buena esposa»? No digo que Ban no la quiera, al contrario, pero creo que ahí el autor ha reflejado una actitud un pelín «machista». Y no me encaja la teoría de «mundo medieval» considerando muchos otros factores. Y aquí va otro punto en contra: sí, me alegro de que Jericho esté por ahí. Pero, ¿justo la «chicazo» se queda como solterona? Mmmm… Digamos que ahí a Suzuki le he bajado puntos como autor (y mirad que intento ser equilibrada siempre con estos temas, pero aquí había que decirlo).

La parte más agria, por otro lado, diría que es el final del one-shot, a pesar de todo. Aun cuando resultó un alivio ver a la familia feliz y saber más sobre el pequeño Lancelot -buenísima la escena de la cerveza y esos primeros arrebatos adolescentes frente a sus padres-, el momento final de la desaparición fue, sin duda, un mazazo. A mi mente confieso que volvieron entonces muchos de los miedos que tuve cuando acabó SDS como tal: ¿qué ocurrirá ahora con Ban y Elaine? ¿Serán infelices? ¿Ban hará el temido «efecto Han Solo» y se irá sin decir nada, aunque sea para buscar a su hijo perdido? Sin embargo, la última viñeta, en parte, tranquiliza al respecto cuando dice que «ambos» buscaron a Jericho y Lancelot durante mucho tiempo, aunque sin resultado. Es decir, después de todo lo sufrido, se deja entrever que ambos siguen unidos en fuerza y amor para enfrentar lo que llega. Bien, Suzuki. Gracias. No la cagues en la secuela, por favor.

Por otra parte, el momento en que se indica que el retorno de Lancelot es un hecho, aunque para otra historia, me da la impresión de que, ahora sí, pone fin a la historia como tal de los SDS y sienta la base para la futura secuela. No sé si la leeré, como dije en la reseña del manga original. Pero bueno, me conformo con que Lancelot y su padre puedan reunirse al final de forma feliz y este pueda decirle, sin dudarlo, lo orgulloso que en realidad está de él ❤ ¿Me darán una alegría?
Al one-shot como tal le pondría un 3.5/5 y, lo dicho, seguiremos informando 🙂 ¡Si os ha gustado la reseña, no olvidéis comentar y dar «Me Gusta»! ¡Os quiero!
Una respuesta a “Reseña nº 104 – Seven Deadly Sins: La lluvia del bosque que invita al comienzo (Historia corta paralela), Nakaba Suzuki”