¡Buenas tardes a todos!
Es viernes de nuevo, vamos con otra reseña de series 😀 y retornamos, como no, al ANIME con una de las historias más esperadas para finalizar por mi persona en estos últimos diez años. Sí, empecé esta en manga y FMA en anime al mismo tiempo 😉
Light Yagami es un estudiante corriente de instituto. O al menos, eso parece. Hace lo que se espera de él: estudia, saca buenas notas, es guapo y encantador. ¿Qué más se puede pedir? Eso es lo que va a descubrir Japón muy pronto cuando un shinigami aburrido, un dios de la muerte sin nada mejor que hacer decida arrojar su Death Note («Cuaderno de Muerte») al mundo terrenal.
En cuando Light ponga sus manos sobre el cuaderno, descubrirá un inmenso poder al alcance de muy pocos… para hacer lo que muy pocos se atreverían: llevar el fin de la violencia al mundo.
Pero… hay algunos que no están del todo de acuerdo con sus métodos… Y procurarán que se cumpla la verdadera ley cueste lo que cueste.
El fundamento de la serie.
Si nos paramos a pensarlo, el trasfondo de Death Note no tiene tela… tiene ¡MUCHA TELA! Porque, vamos a ver, si a alguno de nosotros nos ofrecieran la posibilidad de cambiar el mundo al precio que fuese, ¿cuántos dirían que sí… o que no?
En este anime se juega constantemente con la dualidad de la corrección y lo censurable, lo ético y lo… ¿necesario? Light Yagami, alias «Kira» (Killer), es una figura que de la noche a la mañana nos muestra una mente condenadamente lista y con un solo objetivo: matar a todos aquellos que hayan cometido actos deleznables, sea donde sea, en cualquier parte del mundo. Tan solo necesita saber su cara y su nombre para no cometer el error de matar a quien no debe. Su búsqueda, según él, es la del fin de la violencia, la paz entre todos los pueblos mediante la erradicación de todos aquellos que se planteen siquiera robar una cartera con algo de violencia. Agresiones, violaciones, asesinatos… Incluso estafas.
¿Cuál es el problema, según mi punto de vista? Que este poder, como todos, se sube a la cabeza y, evidentemente, Kira no quiere que lo atrapen y hará lo posible porque así sea, retorciendo sus planes hasta lo más insólito para escabullirse de la policía y lograr su objetivo.
Los personajes.
Aquí hay algunos que sí y algunos que no.
El primero, Light. Solo decir que es horriblemente irresistible en casi todos los planos, aunque tenga una mente que podríamos considerar de psicópata para cadena perpetua en tratamiento intensivo. Sin querer, a veces te pondrías hasta de su parte… Aunque lo que dicen: el fin no justifica los medios. Y eso es lo que me acabó dejando un regusto feo en el estómago, algo así como cuando veía «Breaking Bad» y lo dejé. Que los protagonistas sean los perseguidos y hagan lo que haga falta para sobrevivir, que sigan solo sus instintos y sus deseos -aunque por ejemplo en BB el objetivo era más noble y personal, ahí no juzgo tan severamente-. Llega un instante en que Light se te atraviesa, que estás deseando que lo atrapen solo por borrarle la sonrisa satánica de soberbia de la cara. Empatizas con L -aunque también tiene cada ideíta de bombero retirado que tela…-, con el padre de Light, con el equipo, etc.
A la que sí que no puedo soportar es a la que, de ahora en adelante, denominaré «la rubia estúpida» alias Misa Amane. ¡No he visto cosa más tonta e inútil en toda mi vida, de verdad! Es un personaje que salvo acosar a Kira y servir para sus propósitos oscuros, no hace NA-DA MÁS. Estorbar, gritar mucho y ser muy lerda, con perdón. Me desesperaba.0
Eso sí, como es una psicópata chiflada -a esta le da igual a quién matar, bueno, malo o neutral- pues a Light le viene de perlas, claro…
La reflexión.
Creo que este anime, aparte de no ser tampoco para edades más bajas de «young adult» (diría 16 echándole mucha manga ancha. Para ver más sobre este argumento podéis acudir a la entrada de Full Metal Alchemist de este mismo blog), invita también a reflexionar sobre nuestros deseos más oscuros; sobre de parte de quién nos pondríamos: ¿justicia por mi mano o justicia del Estado? ¿Quién merece morir realmente? ¿Qué tiene que hacer alguien para merecer la muerte? ¿Dónde está el rasero si es que existe? ¿Qué separa la justicia poética de la dictadura del miedo a la muerte?
Si vemos la serie hasta el final del manga (no más allá, creo que no merece la pena, es una vuelta de bucle a lo mismo y el final, aunque agridulce, es mejor el original), nos quedará ese poso de «¡Oh, no! ¿Por qué?», o bien pensaremos «Es una buena alternativa».
Sin hacer más spoilers, yo le daría un 3,5 sobre 5 pero porque, confieso, no es mi tipo de serie a pesar de todo. Va más en lo personal. Me quedé con mal regusto a pesar de todo.
¿Qué pensasteis vosotros? ¡Contádmelo más abajo! 😀 ¡Espero vuestros coments!
¡Buen fin de semana!
Yo vi la serie hace años y me gusto bastante. Es cierto que la idea de Light en principio tiene mucho sentido pero al final se le subieron demasiado los humos a la cabeza. Después de la parte de L la serie perdió mucha fuerza y se fue a menos pero no me desagrado. Al menos en lo que recuerdo. La verdad es que creo que ya me sale volverla a ver para analizarla con otra óptica.
Me gustaMe gusta
¡Hola! Es uno de mis animes favoritos, la he visto dos veces. Sobretodo la primera parte de la serie. El manga no lo he leído. Para mí tiene 3 partes diferenciadas y cada una me gusta menos que la anterior. La de Kira vs L es mi favorita. Disfruto mucho con el duelo mental entre ambos. La segunda, cuando SPOILER–> no sabes con seguridad si de verdad Light y Misa no recuerdan nada y colaboran con L <–FIN SPOILER me pareció muy interesante, pero menos y ya la parte de los "clones" me sobró un poco mucho.
Coincido contigo en cuanto a Misa Misa xD
Me gustaMe gusta
Gracias linda! 😀 Un besote!!!
Me gustaMe gusta