¡Buena tarde, mis amores lectores y cinéfilos! ¿Cómo avanza el mes de octubre, viendo muchas películas y series?
Hoy a nosotros nos toca reseñar uno de los últimos y más esperados estrenos en la gran pantalla, la adaptación de la saga «Dune» de Frank Herbert por parte de Denis Vileneuve. ¿Estáis preparados? 🙂 ¡Vamos allá!

Han pasado milenios desde nuestra era para la Humanidad. En un mundo expandido por diversos planetas e incluso galaxias, el Emperador es la suprema autoridad sobre todos sus habitantes y el control se ejerce a través de las Grandes Casas familiares dispersas por ese vasto imperio. Pero la paz es efímera: la codiciada especia que permite usar la tecnología y viajar rápido entre planetas empieza a ser un bien escaso y en Arrakis, la principal colonia de producción, la batalla con los nativos Fremen se está volviendo cada vez más complicado. Tras la caída en desgracia de los Harkonen, la última familia en controlar el planeta, Leto Atreides y su familia reciben la oferta de tomar las riendas de la situación y restaurar la producción y el comercio desde Arrakis. Por otra parte, el joven Paul Atréides ha comenzado a tener visiones cada vez más frecuentes sobre los Fremen y el posible futuro que les aguarda en Arrakis. Y, por si fuera poco, parece ser que a dicho primogénito le espera otro destino oculto en las arenas del desierto arrakiano… Algo para lo que su madre, lady Jessica, ha estado preparándolo desde su nacimiento junto a la orden religiosa a la que pertenece, las Bene Gesserit. La cuestión es… ¿Será él el Lisan Al-Gaib?
RESEÑA

En honor a la verdad, esta es una película de la que llevaba escuchando hablar ya cierto tiempo. Pero, si nos retrotraemos más atrás en el tiempo, es desde hace mucho más que oí hablar de la saga de novelas de «Dune», escritas y publicadas allá por los años sesenta del siglo XX. Sin embargo, también reconozco que hasta la fecha nunca había tenido posibilidad de leérmelos ni adentrarme en este vasto universo que, por si alguno no lo sabe, también inspiró en su día a George Lucas para crear la saga de «Star Wars».
Para empezar y por si alguno se lo pregunta, decir que esta película de Dune adaptada por Vileneuve no es ni la primera adaptación que se hace en cine como tal después de la del 78 de David Lynch, que casi nadie que conozca recuerda con cariño. Luego hay otras dos miniseries de las que he tenido constancia al rebuscar un poco el background para esta reseña, pero de las que jamás había oído hablar. Por otra parte, esta película también es adaptación sólo de la primera mitad de la primera novela de la primera trilogía de «Dune»; o sea, la novela llamada «Dune» como tal. Sí, es mejor especificar para que nadie se líe, porque la saga se alarga algo más de seis tomos de diferentes grosores. Así pues, como comentaba y aunque por fin he podido adquirir la nueva edición de la primera trilogía en papel y en inglés original, en esta reseña de momento no voy a entrar demasiado en comparaciones con las novelas sobre todo porque no me las he leído. Me centraré, por tanto, en la película y sus aspectos como tal.

Como primera parte, me gustaría destacar lo que es la trama y la historia en sí. En general, me parece que es un universo futurista, aunque sin exceso de ciencia ficción (más bien, igual que «Star Wars» tiraría hacia la «fantasía espacial» con mucha tecnología y batallas y los pies más incluso en la tierra que la mentada saga). Es una trama que se centra mucho en los aspectos de las luchas políticas, más al estilo quizá «Juego de Tronos» aunque en un ambiente con viajes interestelares. Se percibe igualmente que hay mucha influencia de la época en la que fue escrito, igual que en Star Wars: el tipo de despliegues militares, de comitivas, de actitudes… Recuerda mucho a lo poco que conozco y me he informado sobre los años alrededor de la Segunda Guerra Mundial. Al fin y al cabo, en los sesenta habían pasado algo menos de quince o veinte años desde que acabó y eso en realidad es un suspiro…
Por otra parte, como decía creo que los hilos conductores de la historia están bastante bien construidos y en la película al menos no son excesivamente caóticos (que sí que me han dicho los lectores de la saga, en este caso, que mientras lees es mejor tener edición con glosario porque te pierdes un poco con los términos y el «quién es quién». ¿Otro recuerdo a Juego de Tronos 😛 ?). Casi desde los primeros quince minutos, el ambiente místico de la relación de Paul con su madre Jessica te envuelve, entras en las intrigas y el movimiento político que se pide a los Atreides sin demasiada violencia, empiezas a entender la posición de cada uno y, al cabo de otros quince minutos, atisbas un poco más de cuál es el futuro propósito del protagonista… O cuál parece ser, porque juegan mucho con lo que se espera de Paul durante toda la película (e intuyo que durante toda la saga, sobre todo considerando sus visiones).
En cuanto al concepto subyacente y quizá menos claro al principio de la película de las Bene Gesserit y su ideal de «crear al mesías» (Lisan Al-Gaib), me ha resultado una premisa curiosa. Es una forma de predestinar al protagonista desde el principio, pero con este teniendo la clásica rebeldía de «habéis escogido por mí y quiero poder tener mi propio camino». En ese sentido, Paul también es el clásico protagonista que tiene que seguir la senda del héroe después de que se desmorone todo lo que creía conocer hasta la fecha, pero sin querer aceptar el aciago futuro que parece venirle sin que quiera o pueda evitarlo. Por supuesto, es un arquetipo de tiempos inmemoriales, por supuesto, y algunos criticarán que sea un hombre. Bueno, pues yo en eso no voy a entrar. Me ha parecido que era un personaje muy coherente y, de paso, muy bien interpretado por Timothy Chalamet, la gran promesa de la película.
En cuanto a otros protagonistas y secundarios, así como sus intérpretes, destacaría por ejemplo el papel de Óscar Isaac como Leto Atreides y su liberación por fin de lo que yo considero la «lacra Poe Dameron» en la nefasta trilogía-secuela de «Star Wars». Considero que, para su talento y habiéndole conocido en otras películas aparte de esas, este papel lo ha sabido ejecutar con la maestría que lo caracteriza. En otro orden de cosas, a Jason Momoa me ha resultado curioso, aunque siguiera haciendo cosas cómicas en su línea habitual… Aparte de que verle gordito y sin barba ha sido una extraña sorpresa también 😛
Otro que nunca me decepciona, cambiando de familia a los «villanos» de la película, es Stellan Skarsgard aunque haga de un papel tan repugnante como el Barón, en este caso. Y me ha resultado curioso ver a Dave Bautista como su sobrino, en un papel alejado en muchos aspectos del clásico Drax de «Guardianes de la Galaxia.» Será que sin el maquillaje de por sí me costó reconocerle, pero se le cala rápido y es un cambio de registro agradable, lo reconozco.

Por último y no menos importante, debo decir que la poca aparición de Zendaya me ha decepcionado bastante. Desde luego ¡en el cartel la vendían casi como protagonista y sólo sale en las visiones y poco más! Supongo que, siendo el interés romántico del protagonista y una mujer muy fuerte en carácter y capacidades, dicho sea de paso, de lo que se intuye de momento, puede dar momentos muy interesantes si se sigue adaptando la saga.
En cuanto a personajes, equilibrio de género y cuestiones similares que es cierto que no se tenían en cuenta públicamente en los años sesenta, más habiendo visto otras reseñas por parte de público femenino de finales del siglo XX y principios del XXI, quiero reinvindicar también que no estoy de acuerdo en que no haya mujeres fuertes en esta historia. Es decir… ¿Alguien se ha parado a ver el poder y la fuerza que tienen las Bene Gesserit? Y ¿qué hay del papel de Jessica como mentora y acompañante de Paul en su viaje iniciático desde su planeta natal hasta adentrarse en el desierto de Arrakis? Desde luego, si tenemos que hablar de carácter me parece más decidido y fuerte el de Jessica que el de Leto, dónde va a parar… Como se suele decir, Frank Herbert aplicó el mismo principio que después George R.R. Martin para muchas de sus protagonistas medievales: «detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer». He dicho.

Cambiando de tercio y pasando a la parte técnica y visual, la última parte y breve de esta reseña, confieso que yo fui a verla en pantalla Imax gigantesca. Y sí que en un momento dado me percaté, no sé si alguien más lo hizo (si es «sí», ponedlo en los comentarios y debatimos 🙂 ), de que según la escena que fuese el plano visual cambiaba de 16:9 a 4:3. Es decir, las escenas de casa eran tipo televisión de plasma y las de desierto parecía que volabas por encima… O al contrario. Pero a la vista no resultaba demasiado caótico si te centrabas en la acción principal de la escena 😛
¡Ah! Y la Banda Sonora, absolutamente recomendable escucharla al menos una vez fuera de la película para apreciar los matices y detalles. Hans Zimmer ha hecho un trabajo brillante solapando la música a la imagen en toda la cinta, sin excepción, marcando los altibajos de manera increíble para guiarte sonoramente a través de la historia. Genial, increíble, sin palabras.
Lo que diré como conclusión de esta reseña es, de cualquier manera, que es una historia que me ha gustado mucho y que me parece que está muy bien plasmada en lo que es una película. Ahora, me tocará leerme los libros para saber si efectivamente es una adaptación tan fiel como me han comentado. De cualquier manera, a la versión visual le vamos a dar de momento un 4.5/5 y os esperamos en la siguiente reseña. ¡No olvidéis darle «Me Gusta» si os ha parecido chuli la reseña y seguir el blog en el botoncito azul 😉 ! ¡Se os quiere! ❤
