Buenos días y felicidades a todas las Inmaculadas del mundo 😀
Hoy traigo reseña de una serie cuyo primer capítulo, si no me equivoco, vi hace dos o tres años en versión original subtitulada porque lo pusieron de casualidad en casa de unos amigos de unos primos… Echadle de dónde viene… 😛 Y sin embargo, siendo solo un episodio, no fui capaz de olvidarlo. ¿Por qué? Aquí tenéis los motivos.
Somos la clase 3-E del instituto Kunugigaoka. Somos el aula de asesinato. Y nuestro objetivo… es nuestro profesor.
Nagisa y sus compañeros son los relegados del instituto de élite Kununigaoka, uno de los más prestigiosos y reconocidos de Japón por sus peculiares métodos de filtro de estudiantes. La clase E, en concreto, es la de “refuerzo”, por decirlo así; allí donde van todos aquellos alumnos que no dan la talla en los exámenes semestrales y a los que ya se deja por imposibles.
Pero el día que la luna estalla, quedando en cuarto creciente, y una extraña criatura amarilla con tentáculos aterriza en su aula para ser su profesor, los alumnos del aula 3-E descubrirán que hay muchas formas de llegar alto en la vida y en la sociedad… mientras el gobierno les encarga que asesinen a dicha criatura; la cual, ha prometido que el próximo 12 de marzo, dentro de un año, hará explotar la Tierra.
Series anime vs películas anime
De entrada hay que hacer este apunte, sobre todo para aquellos que solo hayan visto de un tipo, de otro o de ninguno.
En las películas por ejemplo se ve que la calidad del dibujo es mucho mejor, está más trabajada y hasta los contrastes de colores son más nítidos, más pulidos. Pero, ¡oh, sorpresa! ¿A que nadie se ha parado a fijarse en ello en el cine de dibujos animados que tenemos más cerca (salvo excepciones contadas)?
En efecto. Imagino que igual que en occidente, en Japón el presupuesto para series y para películas no es el mismo, ni la dedicación que exige la historia. Pero en las series a veces también pasa que la acción se alarga, vamos a decir, “innecesariamente”.
Las películas y series japonesas se centran más en los momentos, ralentizan escenas concretas e importantes; por regla general, para generar tensión o dar importancia a ese momento. Ejemplos conocidos: Dragon Ball, Oliver y Benji, Digimon… Y esas solo son algunas de las que se me ocurren ahora mismo. Eso, por norma, no sucede en las que producimos en América o Europa.
“Anime” y “animación” no es igual a “dibujos para niños”
Tengo que hacer este apunte que me quema el alma desde hace mucho. Por el simple hecho de ponerles los “dibujos” a los niños, ¿significa que por normas las series de dibujos son para niños?
Los aficionados al anime seguramente estarán negando con la cabeza de manera muy fuerte, sobre todo porque se conocen muchos, muchos, ¡MUCHOS! Mangas y animes que jamás pondrías a la vista de un niño. Pues lo mismo sucede con los dibujos animados (los “cartoons”) y la animación digital a día de hoy. Hay cosas que pueden disfrutar más los niños, otras más los adultos, y otras (la mayoría) que pueden disfrutar ambos grupos de edad sin vergüenza ninguna.
El aula de asesinato.
Pasamos ya a meternos en lo que es la historia como tal. Al principio, puedo parecer hasta una trama ligeramente estrambótica. ¿Alumnos de instituto teniendo que tratar de matar a una super criatura con tentáculos que, aparte de todo, es su profesor del día a día? Muchos apagarían a los cinco minutos (los capítulos duran 20).
Pero si hay osados que se atrevan a continuar en la historia, descubrirán un trasfondo mucho más emocionante y casi dirán “ojalá yo hubiese tenido alguien así que guiara mis pasos en esos años”. Koro-Sensei, apodado así por sus alumnos por ser el “indestructible” –velocidad Mach 20, reflejos sobrehumanos y muchos tentáculos que le sirven… bueno… para muchas cosas– mostrará a los alumnos de la clase E que, en el fondo, no son los despojos humanos que quieren hacerles creer las otras clases. Cada uno de ellos tiene una fuerza interior, una luz que lucha por salir y deslumbrar a los ojos que no pueden o no saben ver más allá de unas notas bajas.
Poco a poco, el espectador se adentra en los problemas y las cruces personales que arrastra cada alumno; pero, curiosamente, siempre parece haber un tentáculo de Koro-Sensei dispuesto a levantar a aquel que tropieza, enseñándole que la humildad, la solidaridad y el trabajo en equipo, el esfuerzo y su fuerza interior son los únicos ingredientes que necesita para salir adelante en la vida.
Sin hacer spoiler, solo diré que el final (tiene dos temporadas) se veía venir, puesto que era el objetivo de la serie y lo que debían hacer realmente los alumnos para graduarse de su clase… Pero aun así, no pude evitar llorar como una magdalena cuando llegó el momento. Quien vea la serie, seguramente lo entenderá. Y lo dicho, haceos a la idea todo lo que queráis… No desearéis que llegue nunca el final.
Cada personaje es único. Karma vs Nagisa.
La verdad es que, aunque sean alrededor de 30 alumnos y 3 profesores, te van presentando a cada uno capítulo tras capítulo de tal manera que no habrá ni uno solo, recordad mis palabras, al que no terminéis cogiendo algo de aprecio.
Mi mayor sorpresa: Terasaka y sus secuaces.
Mi favorito: Karma Akabane, desde que apareció en el capítulo 3. Su aparente despreocupación e inclinación a la violencia te demuestran, según avanza la trama, que solo es orgullo mal gestionado, que una lección de humildad a tiempo puede obrar maravillas y empujarte a sacar todo tu verdadero potencial a relucir.
Los más kawaii: Isogai y Sugino. De verdad, si fueran reales (aquí entro en momento fangirl) serían los más guapos de la clase. Pero, aunque uno sea el fanático del béisbol y el otro el delegado de clase y líder más habitual del equipo, ninguno de los dos lo convierte en algo de lo que alardear, lo que los hace más especiales aún ❤ (Vale, cierro fangirleo ya).
En cuanto a Nagisa, que es el protagonista aunque trate de esconderse entre la masa aprovechando su corta estatura, queda patente desde el principio que él será el que acabe llevando el timón en las situaciones más peliagudas. Y poco a poco entiendes por qué, a pesar de ser un chico, en todo momento parece una chica e incluso sus compañeros piensan que lo es 😉
Honestidad y excelencia.
Para terminar la reseña, yo me quedo con estos dos mensajes de la serie. Aspira siempre a dar lo mejor de ti, busca la excelencia, hacerlo lo mejor posible… Pero nunca lo hagas a costa de otros.
Sé honesto, sincero, honrado, educado, solidario y proactivo, ayudando a aquellos que no pueden valerse en inicio por sí mismos para que también encuentren su fortaleza interior. Al fin y al cabo, es una invitación a hacer cadena de favores como si la Tierra se fuera a acabar mañana 🙂
Le doy sin duda un 4.75/5, ha sido de las mejores series que he visto últimamente, de las que llegan al corazón y te hacen querer incluso verla de nuevo.
Así cierro mi semana de anime en el blog y si no nos vemos antes de fin de año, ¡Felices Fiestas!
El Rincón Escritor de Paula 