¡Buenas tardes, brujines! Como podéis ver, ya he vuelto de vacaciones y con las pilas bien cargaditas para escribir, leer y reseñar 🙂 Hoy os traigo una reseña que hacía tiempo que quería hacer. Lo cierto es que no sé cuánto tiempo seguirá la autora con la saga pero, mientras siga sacando tomos, yo estaré feliz. Os hablo de «Los Crímenes de Fjällbacka», de la autora sueca Camilla Läckberg. La cual, por cierto, está ambientada en el pueblo de su infancia.
En este tomo en particular, el nº 8, llamado «El domador de leones», se presenta un caso cuanto menos macabro. Una joven, desaparecida hace meses, es descubierta por su profesora de equitación mientras aquella va caminando junto a una carretera. Acto seguido, la muchacha es atropellada por un coche, muriendo poco después en el hospital. Pero eso no es lo más inquietante, sino las lesiones que presenta en ojos, boca y oídos. A partir de ahí, Patrik Hëdstrom y su equipo deberán lanzarse a contrarreloj en una investigación que les ayude a encontrar al responsable de dichas atrocidades; acicateados por el hecho de saber que hay, además, otras cuatro chicas desaparecidas de edades similares a las de la víctima.
Al mismo tiempo, Erica Falck trabaja en una nueva novela basada en crímenes reales, y para ello debe hablar con una convicta a cadena perpetua por haber asesinado brutalmente a su marido: Laila Kowalska. Sin embargo, Erica descubrirá que la situación es mucho más compleja de lo que pensaba…
Personalmente, cuando compré este libro, a pesar de lo mucho que me gusta la saga y la forma de escribir de la autora, confieso que lo cogí con algo de tiento. En los últimos dos tomos, «La sombra de la Sirena» y «Los vigilantes del faro», el ritmo se había vuelto un poco lento, la trama casi demasiado evidente y mi parte preferida, las escenas cotidianas entre Patrik y Erica, escaseaban bastante más de lo que me hubiese gustado. Después de la intensidad de su vida amorosa en los cuatro primeros tomos, parecía como si su relación se hubiese enfriado y no quedase lugar para describir siquiera esos pequeños gestos de amor cotidianos que hacen que los adores.
Sin embargo, me sorprendió bastante empezar la novela y ver que, por algún motivo, el ritmo y el romance que echaba de menos habían regresado en cierta medida. Cierto que al final, algunas cosas seguían siendo algo evidentes o al menos lo parecían, pero confieso que he vuelto a «recuperar la fe» en esta autora. Cierto que a veces las sagas se hacen un poco pesadas pero debo decir que esta ya vuelve a tener los ánimos en su sitio.
Como detalles (SPOILER), destacar que me ha sorprendido cómo Mellberg ha sido capaz de cambiar algo su carácter a raíz de su relación con Rita -parece que es hasta capaz de razonar cosas para su trabajo-. Me he conmovido con la situación de Martin y me ha encantado Gösta. Anna nunca ha sido santa de mi devoción pero vaya, me alegro de que su historia con Dan se vaya arreglando poco a poco. Y por supuesto, ¡I LOVE PATRIK HËDSTROM! Recuerdo que hace un tiempo alguien me dijo que era un poco calzonazos y debo darle la razón a esa persona en algunas escenas, y especialmente en algunos libros, pero en este me ha gustado especialmente su actitud y me ha hecho mucha gracia su reacción cuando se enteró de que su madre tenía novio 😛
Pues nada, brujillos. Solo me queda darle mi nota: 4/5… ¡Y a esperar el siguiente! 😀
El Rincón Escritor de Paula 
No me enteré del final del domador de leones, hay tramas no resueltas… me gustaron más los otros libros de Camilla…
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