¡Hola a tod@s! ¿Cómo va la cuarentena? Espero que no se os esté haciendo demasiado pesada y tengáis, tod@s vosotr@s, entretenimiento cultural para todas las edades 😀 Eso sí, si andáis faltos de ideas, aquí tenéis una muy buena para estos días de confinamiento… ❤
Antía no puede creerse lo que está sucediendo. Tras recibir una paliza de su novio Roberto que le ha dejado media cara marcada, su madre sólo es capaz de decirle que se aguante y siga hacia adelante con su relación con él. Por otra parte, buscando en el desván, Antía encuentra por casualidad una serie de cartas y fotos que hacen alusión a su padre. Un padre al que, es curioso, su madre casi nunca hace alusión. Solo entonces, Antía decide que ya es hora de dejar de vivir a la sombra de una vida que amenaza con matarla un día de estos, por lo que decide irse a Madrid a buscar las respuestas que su familia cercana no quiere darle. Allí, viviendo con su prima Sofía, Antía descubrirá un nuevo mundo, una nueva forma de ver la vida… Y otra cara del amor que hasta el momento jamás había concebido. ¿Podrá dejar para siempre el pasado atrás?
RESEÑA
Esta es, sin duda, la novela con la que entré en 2020 y creo que no pude hacerlo con mejor pie. En una época en la que yo misma me sentía bastante perdida a nivel literario y psicológico, cuando necesitaba distracción en la literatura fuera de mis fuentes habituales -fantasía, sobre todo-. es cierto que al principio no estaba segura de poder enfrentarme a una novela como esta. Las primeras páginas, sin duda, son un cuadro descarnado de maltrato doméstico que pondría los pelos de punta a casi cualquiera. Pero, según avanzas paso a paso junto a Antía en esta aventura, te das cuenta de varias cosas que desglosaré a continuación.
La primera: es una novela muy fácil de leer. El idioma que usa Marta es cercano, actual, ambientado en un Madrid del siglo XXI y que, para la mayoría de los personajes, hace que te encariñes rápido con ellos. El retrato de Roberto, por el otro lado, también es bastante acertado y, qué queréis que os diga, es el clásico maltratador odioso. Ismael, aunque no es mi tipo de chico -quizá demasiado perfecto en muchas cosas- me acabó cayendo simpático. Y Antía, a pesar de los miedos, reconozco que a veces era algo infantil en su actitud. Quizá, sin quererlo, ciertos tipos de traumas nos llevan a defendernos del mundo volviendo a nuestros instintos primarios. Y sí, a mí me pasaba también hace unos cuantos años…
Con esta historia, Marta nos muestra que hay salida para el maltrato doméstico, que se puede empezar de cero al menos en lo que respecta al exterior y que, aunque nos cueste, podemos dar oportunidad de querernos a aquellos que lo hacen con sinceridad. A los maltratadores -sean novios o incluso madres, como es el caso de la progenitora de Antía en esta novela, otro personaje que me ha resultado detestable en todo su esplendor-, ni agua. Cada uno tenemos nuestros problemas, nuestras cargas y nuestros dolores, internos o externos. Pero lo que jamás debemos hacer es proyectar nuestras frustraciones, menos aún de forma violenta, sobre otras personas. Y peor aún si esas personas se supone que deberías quererlas y quieres que te quieran tal y como eres.
Es una novela, como digo, que me ha gustado mucho. Me ha parecido un canto a la esperanza muy sencillo, pero prometedor, para todos aquellos que en algún momento han sufrido algún tipo de maltrato, físico o psicológico, sea por parte de quien sea. Sin quererlo, la mayoría de situaciones bonitas te acaban arrancando una sonrisa y te envuelven el corazón en un calor que creías olvidado y te hace seguir adelante.
Ah, y aparte de todo me ha encantado leer una novela ambientada en Madrid cuando estoy viviendo tan lejos ahora mismo 🙂 Nostalgia máxima, pero de la buena 😀 ¡Un abrazo enorme a tod@s y ánimo con la cuarentena! ¡Esperemos que pase pronto!
A esta novela le pondría un 4 de 5. ¿Qué os pareció a vosotros? ¡No olvidéis dejar vuestra opinión en los comentarios! ❤