¡Hola a tod@s, brujin@s lector@s! ¡Feliz semana de Carnaval! Ya hemos llegado a las reseña nº 100. ¿A que parece mentira?
Para celebrarlo y retomar buenas costumbres de traeros buena literatura, aquí os presento mi opinión sobre la segunda parte de una trilogía cuyo primer tomo, sin duda, me encantó. ¿Cuál será el veredicto para el segundo? 🙂
Han pasado algunos meses desde que Steelheart fue derrotado y Nueva Chicago liberada de su tiranía. Sin embargo, la vida guerrera para los Reckoners no ha hecho más que empezar. Cada poco tiempo, un nuevo Épico aparece en la ciudad dispuesto a acabar con ellos y restaurar el orden de aquellos «elegidos» por Calamity para ostentar más poder. Sin embargo, tras derrotar a Mitosis, David Charleston, «Steelslayer», se da cuenta de que algo no encaja. Además, sigue pensando en Megan más de lo que debería. ¿Dónde está? ¿Acaso es posible que se convierta en un nuevo Jon Phaedrus y deje a un lado el instinto asesino Épico? Un viaje sorpresa a Babylon, la antigua Nueva York, y un extraño requerimiento del Épico líder de la ciudad hará que David y su equipo sigan teniendo que plantearse esas y otras muchas preguntas. Porque, lo más importante de todo… ¿Alguien acaso sabe qué es Calamity en realidad?
RESEÑA
Firefight. Segunda parte de The Reckoners después de Steelheart. La primera novela, regalo de cumpleaños, me dejó muy buen sabor de boca y me presentó otra faceta de un Brandon Sanderson al que había leídop muy poco hasta esa fecha.
Esta vez, una diferencia fundamental es que el segundo tomo lo he leído en inglés. Y sí, queridos, digamos que he notado un poco la diferencia. Donde recordaba un Sanderson al que tenía en un pedestal por las historias que escribía, me he encontrado un estilo simple, sin aderezos… ¿Es porque era en primera persona? ¿Porque era fantasía, digamos, urbana? ¿Trama fácil para caer en manos de un guionista y hacer un nuevo «Juegos del Hambre»?
Lo reconozco: al principio me decepcionó un poco. Dije, ¿este es el verdadero Sanderson? ¿Tan maravilloso fue el trabajo en su día de los traductores que consiguieron convertir novelas normalitas en piezas de arte?
Por suerte, no; Sanderson, en efecto, solamente buscaba tener un estilo más urbano y cercano al lector de ese tipo de historias, aparte de contarlo en primera persona. Ahora mismo me estoy leyendo «Nacidos de la Bruma» y nada que ver, el estilo es casi opuesto, elegante, digno de fantasía más épica. Esto te demuestra que, sin duda, el autor es un maestro al que no se venera por nada.
En cuanto a la historia, me ha seguido gustando la línea que llevaba con respecto a qué son los Épicos, cuál es su verdadera debilidad, qué juego de fondo se traen los más poderosos entre manos y, por qué no, la relación complicada entre David y Megan. Reconozco que ella en el primer libro ni me iba ni me venía, aunque me dio pena que muriese; pero luego cuando conoces más sobre su mecanismo de reencarnación y su verdadero poder, lo cierto es que cobra interés. Y no, aún no tengo claro de qué lado está en esta historia 😉
Por otro lado, un personaje que reconozco que me ha cautivado bastante es Mizzy. Aparte de sus diecinueve años y su entusiasmo dicharachero, creo que hace muy buena pieza para aquellos que disfruten de un poco de enredo amoroso sin aspavientos. El triángulo entre Mizzy, David y Megan está muy bien hilado y mimetizado con la trama general de la historia que, en definitiva, va de cazar Épicos y hacer el bien.
Sin embargo, también me gusta esa reflexión constante de David -para nada absurda, a mi entender- de… ¿Y si los Épicos no fuesen como creemos que son? ¿Y si fuera todo más complejo de lo que los Reckoners creen? Ese es uno de los giros de Firefight que más me gustó, pero no voy a decir el spoiler de por qué 🙂
También me resulta interesante que en esta novela, además de cambiarte la ciudad-escenario y mostrarte otra forma diferente de apocalipsis tras la llegada de los Épicos, también te hablan de otras creencias, de otras formas de adaptarse a ese desastre de quince años atrás y otras maneras de vivir en un mundo que se cae a pedazos, casi de forma literal.
Como única pega, lo dicho un poco más arriba: quizá esa sencillez que exige (o no) la literatura y la fantasía más urbana y cercana, o la primera persona. Como decía, recuerdo que en Steelheart todo era como más elaborado en la traducción, más trabajado. Pero ya os digo que solo es cosa de estas novelas, no del autor.
Desde mi perspectiva, le voy a dar un 3.75/5 y a ver cuando consigo echarle el guante a la tercera parte y reseñarla para vosotr@s 🙂 ❤
¡Mañana nos vemos en una nueva entrega de #FanficThursday! ¡Os quiero!
Una respuesta a “Reseña nº 100: Firefight (The Reckoners #2), Brandon Sanderson”