A sus 14 años, el estudiante de secundaria Kiyomaro Takamine tiene sin duda las mejores notas de su escuela. Sin embargo, tiene un defecto que nadie parece poder solucionar: no tiene un solo amigo y tampoco parece preocuparle vivir en soledad. Algo que quizá la llegada de un extraño niño desde Londres, portando una carta de su padre, pueda cambiar a partir de ese momento…
Aunque, ¿qué es ese extraño libro rojo que el pequeño Zatch lleva a todas partes consigo? ¿Y por qué Kiyomaro puede leerlo? Un momento… ¿¿Que existe una batalla de demonios en la Tierra para elegir a su rey?? ¿¿Y por qué alguien como Kiyomaro tenía que terminar involucrado en algo así??
RESEÑA
Zatch Bell/Konjiki no Gash!! es un anime derivado del manga del mismo nombre, cuyos 
capítulos se emitieron a partir de 2003 (el manga se desarrolló entre 2001 y 2007) y cuya única diferencia entre ambos formatos son los últimos 100 capítulos de manga / 20 capítulos de anime. Por ello, aquí dejaré la reseña del anime y después subiré la reseña del manga de esos últimos 100 capítulos (11 tomos, más o menos).
- Mitad y mitad: español, japonés, cambio de trama.
Arrancando fuerte con la reseña, diría que es una de las cosas más destacables a la hora de ponerse con este anime. Tiene 150 capítulos de los cuales solo están traducidos al castellano del 1 al 78. Del 79 al 150 son en japonés subtitulado -no apto para los que no estén acostumbrados, then-. Como sabéis, yo siempre soy de las que lo veo doblado si puedo, pero como ya me pasó en Dragon Ball Kai, a veces a la fuerza ahorcan y no hay otra… En este caso, confieso que hay voces que me han terminado gustando más en japonés, así que… No me quejo del todo 😛
Además, el cambio de idioma pilla más o menos en medio de una de las tramas potentes que es la de Zofis (mi favorita, lo voy diciendo) y a partir de esa trama se va notando que, salvo rellenos, la cosa se dinamiza. La primera mitad del anime, confieso, a muchos les puede descorazonar por diversos motivos.
2. Lentitud intensita, primera parte.
Siguiendo con el punto anterior, lo dicho: entre que es una serie bastante «intensita», 
digamos, en ejecución y actitudes de los personajes; y que la mayoría de las primeras batallas y los primeros cuarenta capítulos son un poco de presentación de Kiyomaro, Zatch, su situación con el tema de la batalla para decidir el rey del mundo mamodo y los personajes que los irán acompañando, más o menos de seguido, a lo largo de toda la serie, hay partes que se hacen un poco lentas…
3. El relleno engaña
Ojo a esto. Hay capítulos que solo por el título te dice, en letras de neón: «RELLENAZO DEL BUENO»; y, en efecto, lo es. Pero otros, cuidado, porque engañan con el título y parte de la trama… Y al final del todo o entre medias te meten alguna escena importante. Para bien o para mal, aunque las cosas del relleno suele ser inherente a los animes, esto parece herencia del manga, del que hablaremos en otro momento.
Casi todos estos capítulos, por otra parte, se caracterizan por una cosa fundamental: Kiyomaro apenas aparece. Por lo que enseguida nos daremos cuenta de cuál es rellenazo seguro. Pero, insisto, casi lo mejor es darle fast forward y ver rápidamente qué escenas pueden interesar y cuáles no. Solo por si las moscas.
4. Historia de valores
Como ya hemos comentado en otras reseñas de anime, lo habitual en muchas de estas 
historias es que haya moralejas mejores o peores sea para la edad que sea. En este caso, durante toda la serie se nos muestra la importancia del trabajo en equipo, la amistad, la benevolencia, la solidaridad y la justicia. Paso a paso, rival a rival y batalla a batalla, Zatch y Kiyomaro maduran poco a poco hasta convertirse en nuevas criaturas (mamodo y humano, respectivamente), aprendiendo que hay algo más allá de lo que ellos consideran que debe ser la vida o del temor a lo desconocido. Porque, reconozcámoslo, Zatch tendrá miedo a luchar al principio, pero a Kiyomaro le aterra algo aún más importante a nivel social humano: relacionarse con otra criatura de su entorno externo a la familia pura y dura (mamá y papá).
5. Zatch Bell, ¿el auténtico destinado a ser rey?
Obviamente, considerando que es el protagonista principal, dirías: «la duda ofende, tiene 
que ser él». Vale. Pero… Espero que alguien más esté de acuerdo conmigo que si empezamos a juntar piezas, incluso contando la parte del anime que es «inventada» (la base en realidad es la misma que en el manga en los puntos clave, varía la ejecución y las líneas de trama hasta pasar de un punto a otro), lo que te da la impresión es de que, a pesar del sufrimiento mayor o menor, Zatch lo que tiene es una maldita flor en el trasero con perdón del vocabulario (y ya hablaremos en el manga, que ahí sí se ve realmente el argumento de por qué sí y por qué no le pasan ciertas cosas, así como si realmente se convierte en rey o no…). Al final, por hache o por be, todo le sale bien al nene rubito del relámpago.
6. ¿Mi equipo? Brago, de calle.
Este punto lo dejo para el final pero no porque sea el peor, sino porque considero que es una reflexión personal sobre este secundario al que, considero, sobre todo para el final de la serie le sacan poquísimo partido. De hecho, estaba claro que tenían que rendirle algo de cuenta en el último episodio y así es en la última escena (los que hayáis visto el anime sabéis de qué hablo)
Brago y Sherry son otra de las parejas mamodo-humano que compiten por el trono del rey mamodo. Desde el principio, se ve que tienen una mentalidad particular y que Brago aplasta a Zatch sin descolocarse ni el flequillo. Sin embargo, desde el principio, por algún motivo, se dejan de lado los unos a los otros. ¿En la creencia de que un rival tan débil no merece la molestia de momento, según Brago? Podría ser, pero ha acogotado a otros rivales mamodo por menos de nada… ¿Agujero de guión? ¿Es que, como hablábamos, Zatch tiene que ganar (estamos hablando del capítulo… ¿10?)?
La cuestión: según avanza su trama en paralelo, también vemos que ellos dos, con un objetivo particular en mente que es derrotar a un mamodo en particular, evolucionan paso a paso tanto en su relación como en su propia capacidad de sobreponerse a la adversidad. En particular, me he sentido bastante identificada con el personaje de Sherry y me convence su crecimiento de la mano de Brago. Personalmente, me parece incluso más interesante que el de Kiyomaro saliendo de su cáscara de ego particular. Por otro lado, el crecimiento de Brago es el de un adolescente engreído al de un adulto (o pre-adulto) responsable, consciente de sus limitaciones y de lo que realmente significa lo bueno y lo malo. Como lo califican en algún momento, «si gana esta batalla, se convertirá en un rey justo, pero noble».
Como podéis imaginar, tras la lesión de muñeca del autor que no le permitió acabar el manga a tiempo, por lo que tuvieron que inventarse mal o bien el final del anime, quien sólo haya visto el anime se habrá perdido la canelita fina que es la última batalla entre Zatch y Brago… Yo solo lo dejo caer… (capítulos del Manga del 321 en adelante)
Por otro lado, en ocasiones lo comparaba «Vegeta» de Dragon Ball por ese orgullo de 
guerrero, pero sigo pensando que es algo que como en la mentada, le meten de más porque… ¿sí? En el manga, incluso a partir de su aparición estelar en Faudo, Brago tiene expresiones y formas de actuar que… ¡Parece otro! No reniego de la mayoría de las cosas, pero creo que en ciertos diálogos, o lo subtitularon como quisieron, o los 
del anime se colaron y dijeron: «¿por qué no?». Si recordáis, en DB Super Anime vs manga hablábamos de lo mismo… ¿Por qué a personajes con cierto orgullo guerrero hay que hacerles semejante chapuza, hombre de Dios?
De hecho, por diferencias de edad sobre todo en el anime, pero se podría shipear a Brago y Sherry sin problema incluso en el anime…
Dicho todo esto, creo que al anime podemos darle tranquilamente un 3.75/5 y espero poder traeros la reseña del manga muy muy pronto 😀 Eso sí, ¡no prometo que suba reseñas durante el verano, al menos agosto seguro que nos vamos de vacaciones! ¡SEGUIRÉ INFORMANDO!
¡SED BUENOS!
El Rincón Escritor de Paula 