¡Buen viernes a todos! ¿Cómo va el recomienzo de enero? ¿Bien?
Por aquí como prometí en su día os traigo una pequeña reseña de otro de los últimos estrenos de Netflix de 2018… ¿Adivináis de qué va?
Todo empezó la noche en que los humanos mataron al Rey de los Dragones. Gracias a la magia negra aprendida por unos pocos, el equilibrio entre elfos, dragones y humanos se rompió dejando la tierra dividida en dos territorios: Katolis, el feudo de los humanos; y Xadia, la tierra donde perduran las criaturas mágicas.
Ahora, la joven elfa Rayla tiene el encargo de asesinar al rey humano y a su heredero; pero tras descubrir el peligroso secreto que esconde el mago de la corte de Katolis, Rayla y los dos príncipes del reino se verán obligados a huir para tratar de alcanzar la paz entre sus reinos mientras sus respectivos congéneres les pisan los talones…
Una historia al estilo de «Avatar: la leyenda de Aang»
Seguro que todos recordáis que, hace relativamente poco, subí a este blog la reseña de la mencionada serie. Cuando me hablaron por primera vez de El Príncipe Dragón y tras ver alguna imagen, reconozco que mi primer pensamiento fue: «buf, otro anime para la lista de Netflix (que cada vez parece más interminable en este género)». Pero cuál no fue mi sorpresa al ver el trailer y descubrir…

Pues sí: se parecía MUCHO a las aventuras de Aang, con la diferencia de que la animación parecía algo más robotizada (quizá por el intento de dotar de un discreto volumen a las figuras, no sé muy bien…) y los movimientos menos fluidos de lo que el equipo Avatar nos tenía acostumbrados en sus aventuras de hace casi veinte años. Amerimanga, total y absoluto.
Trama de alta fantasía: algo que parecía que habíamos olvidado.
Triste pero cierto: jamás se me olvidará ese momento en que en una presentación me insinuaron que la fantasía era un «género de usar y tirar», de «consumo rápido», aludiendo por ejemplo a títulos como Dragones y Mazmorras.
Bueno, pues para los amantes de esas historias en corte juvenil (protagonistas adolescentes, ambiente medieval, magos, dragones, criaturas mágicas varias…) les va a gustar esta serie, me atrevo a decir que BASTANTE.
Personajes de todo tipo, raza y condición.
Como comentábamos, es una historia de aventuras medievales casi, digamos, al uso; con la excepción de que en este caso tenemos igualdad de géneros, como era el caso de Avatar, en protagonistas y secundarios. Además, es dinámica y los 9 capítulos de la primera temporada se pasan en un suspiro.

La diversidad racial está presente desde el minuto 1 (tenemos a un rey de color y con rastas, sin ir más lejos), y en el ejército se ven hombres y mujeres desde la primera escena que salen.
Además, ¿quién dijo que no se podía empatizar con personajes de fantasía? Yo aún no he decidido del todo si Claudia me cae bien o mal; Soren es «el nuevo Sokka», literalmente (habrá que ver cómo evoluciona) y Callum me recuerda a Hipo Abadejo III de «Cómo entrenar a tu dragón».
En cuanto al malo, es algo que me ha resultado curioso: no terminas de verle la villanía solo porque sí. No hay sonrisas taimadas, no hay gestos. Es genial porque resulta casi creíble su pose de mago de la corte afectado por la situación y deseoso de ayudar. Solo en determinados momentos, frases, etc. descubres realmente quién se esconde debajo de esas maneras corteses. Para no perderle la pista 🙂
PD: ¿a nadie más se le da un aire a Strickler de Trollhunters?

- Lo elemental y el qué pasará.
Para cerrar esta reseñita (temporada corta, revisión corta ;)), decir que si estáis acostumbrados a ver series de animación os oleréis ciertas cosas (sin más spoiler, ya las descubriréis) pero también reconozco que el final de temporada deja muchos interrogantes en el aire que espero que se resuelvan en futuras temporadas. De momento, creo que pinta muy bien y a mí se me pasó en un suspiro.
Ah, y también aconsejo verla en VO 🙂 🙂 🙂
Le daría de momento un 4/5 y quedo a la espera de más.
¡Nos vemos en la próxima! ❤ ¡No olvidéis comentar!