¡Buenas tardes, viajeros! Otra semana más, toca reseña, retomando una saga en la que me adentré hace tiempo y cuya primera impresión podéis ver en este enlace.
Catalina Solís es una joven viuda acomodada de la isla de Margarita. Heredera del patrimonio de sus difuntos marido y suegro, tras haber salvado a su padre adoptivo de las garras de la muerte y la deshonra más absoluta, lo que jamás imaginará es que deberá volver a embarcarse en la piel de Martín Nevares para salvar de nuevo el honor de la familia que la rescató de un islote en medio de la nada. Por ello, viajará a Sevilla en busca de un Esteban Nevares preso del rey, conociendo a nuevos amigos y enemigos en sus pasos por cumplir el último deseo de su padre agonizante: un deseo de venganza… contra los Curvos.
Como la mayoría sabéis, para mí, volver a las letras de Matilde Asensi cada vez que el azar quiere cruzarlas en mi camino es una auténtica delicia. Más allá de las conjuras arqueológicas con las que la descubrí -«El último catón» y «El regreso del catón»-, la trilogía de «Martín Ojo de Plata» nos traslada de imagen y de palabra a la impresionante Sevilla de Felipe III, el puerto más rico de la península ibérica gracias a la posibilidad que ofrece navegar el Guadalquivir desde tiempo inmemorial. Nobles, hidalgos, prostitutas, pilluelos, embaucadores, soldados… Y los más honrados, como imaginaréis, no son siempre los que más tienen, más bien al contrario. En el marco histórico de una España imperial que se hunde bajo el peso de las deudas para costear las campañas militares, la canción nos suena de algo, ¿verdad? Ahora no se trata de campañas militares, pero sí de rescatar a los bancos. Al final, ricos muy ricos y pobres cada vez más pobres.
En cuanto al personaje principal, Catalina Solís/Martín Nevares, me enamoró desde el primer libro y me ha seguido sorprendiendo en el segundo; puesto que, a pesar de que parece muy entera/o cuando se trata de salir a defender a los suyos, el narrador en primera persona te ilustra también en sus inseguridades y sus sufrimientos internos. Y sí, en esta novela os encontraréis a una Catalina empeñada en acabar con los Curvos… pero también enamorada de alguien que no imagina que pueda corresponderla jamás. Pues, ¿cómo un esportillero fanfarrón, a pesar de esos ojos azules tan preciosos y ese cabello rubio como de ángel, podría llegar siquiera a fijarse románticamente en alguien como ella, aun aparentando ser una hidalga rica y acomodada? Y más, después del final (que no os contaré, obviamente, pero que deja una interesante intriga de cara al tercer libro).
Los secundarios supervivientes del primer libro -no muchos, adelanto- como Rodrigo o Juanillo, siguen ahí al lado de Martín/Catalina con lealtad y protagonizando algunas escenas curiosas. Lo mejor, sin duda, el buen uso de la autora del hablar de la época. Notaréis que hay abundantes notas al pie, interesantes de seguir sobre todo si no estáis acostumbrados a leer novelas de este tipo.
Sin poder evitarlo le doy un 4,5/5 y deseo con ansia leer el tercero 🙂 ¡Nos vemos en la próxima!