Reseña nº20 – Scarlet (Crónicas Lunares #2), Marissa Meyer.

¡Hola , hola, un miércoles más, mis brujines! Hoy os traigo la reseña de la segunda parte de las Crónicas Lunares de Marissa Meyer, de la que debo decir muy a mi pesar que no existen más tomos traducidos 😦 Lo cierto es que, si tuviese que darle una valoración ahora mismo en general a la saga, diría que está muy bien pero que tiene muchísimo jugo por sacar todavía. En fin, veremos a ver si algún día puedo tener a Cress y compañía entre manos para enterarme de cómo termina la historia.

Y partiendo de esta premisa, Scarlet: tras dejar a Cinder al final de la anterior novela (homónima de la citada protagonista ciborg) en una celda, planteándose qué hacer con su nueva mano biónica y qué futuro le espera tras saber que es la princesa Selene, la autora nos traslada de golpe a Francia en esa misma época, donde una joven granjera busca desesperadamente a su abuela, desaparecida tres semanas antes. La policía considera que es una pérdida de tiempo, que se ha marchado por propia voluntad y no volverá, pero Scarlet no quiere creer en ello. Intuye que debe haber algo más. Y sus sospechas empiezan a confirmarse cuando se cruza con un misterioso luchador callejero… apodado Lobo.

Scarlet (Crónicas Lunares #2) -FNAC

De entrada, decir que he empatizado bastante más con Scarlet que con Cinder. Esta nueva protagonista, a diferencia de la primera, tiene bastantes más arrestos y a pesar de que la confianza ciega en su abuela y el «instalove», como lo llaman ahora, con Lobo no le ayudan precisamente en sus propósitos, porque acaba metida en más líos de los que nunca hubiese pensado, es mucho más cercana al lector para mi gusto. Una muchacha trabajadora, de dieciocho años, que se preocupa por su familia y además haría lo que fuese por su gente. En el caso de Cinder, sí, también trabajaba para poder escapar de la esclavitud a la que la tenían sometida su cruel tutora legal y una de sus «hermanastras», pero digamos que en esa historia me faltó una frescura y vitalidad que sí he encontrado en Scarlet. Eso sí, lamentaba un poco cuando la narración volvía sobre Cinder: al fin y al cabo, es la continuación del anterior libro y la protagonista absoluta de la saga es ella, pero para mí era como si mi ánimo por leer cayera en picado cuando aparecía.

También me chirrió ligeramente alguna actitud de Lobo, demasiado vista últimamente en la erótica y la fantasía-romántica: el papel de alma torturada y en ocasiones violenta a la que un «ángel redentor» tiene que sacar de la oscuridad… ¿Os suena? Claro que también ahí Scarlet tiene parte de culpa porque le gustan las emociones fuertes y está muy propia en su papel, pero por lo menos no es una virgen patosa y cándida como alguna otra que se lee por ahí…

En cuanto al otro miembro masculino del equipo, Thorne, decir que me ha parecido simpático pero sin excesos. Me resultó un personaje muy prototípico dentro de su categoría, el bromista cargado de chulería que no sabe salirse de ese papel. Necesita un par de clases o tres «made in» Han Solo, la verdad… Los que os guste Star Wars me entendéis seguro :P.

Para terminar, decir que la historia sigue en una línea bastante interesante, aunque confieso que si todo sigue a ese ritmo los tomos van a terminar siendo eternos. Tampoco es que pasen demasiadas cosas de un libro a otro, pero dado que el estilo es ágil y ameno (reitero, depende un poco de la protagonista en cuestión, según el caso) y si empatizas con los protagonistas estás deseando leer enseguida hasta la última página.

Por ello, creo que le voy a poner un 4/5. ¡Hasta la próxima, lectores!