Domingo de Juegos: Blood and Bacon

¡Hola, jugones! ¿Cómo estamos este mes? El más corto del año y además con los carnavales en pleno apogeo, es el momento de sacar a la luz una de las entradas más desternillantes y caóticas del año, dedicada a los más jugones de la casa y fans de echarse unas risas mientras le dan al teclado más que cualquier otra cosa… ¿Nos vamos de caza? 😉

Advertencia: esta reseña puede contener imágenes de violencia, disparos y sangre. No recomendada a menores.

No puedes dar crédito, a pesar de los días que han pasado. El día que os llamaron a ti y a varios compañeros a esa granja de cerdos perdida en medio de ninguna parte, ninguno esperábais encontraros semejante espectáculo… Ni semejante ardua y difícil tarea por delante. Porque claro, si te avisan para hacer una campaña de erradicación de cerdos en una granja donde ha habido un brote de una extraña e inexplicable enfermedad… ¿Por qué parece que de repente toda tu existencia se ha convertido en un apocalipsis de porcinos zombies que se reinician cada día con un escenario todavía peor que el anterior?

RESEÑA

Pues bueno, con la sinopsis diría que much@s de vosotr@s a estas alturas del partido se ha hecho una idea de por qué esta es una de las entradas más extravagantes que hemos tenido nunca ¿no es cierto? En mi caso y en el de mis compañeros de partida, confesaré que fue de esos juegos que encuentras de casualidad entre los de menos de 1€ en oferta en Steam para «cooperativos» cuando acabas de terminar el anterior y no tienes ninguna idea de primeras de a qué podéis dedicaros en las próximas veladas durante el confinamiento, sea más o menos estricto dependiendo del país. En nuestro caso, nos llamó la atención la trama y el estilo así de primeras y decidimos tirarnos a la piscina… Ahora bien ¿qué nos encontramos? Vamos a verlo.

Lo primero que tenéis que saber de este juego, al menos desde mi punto de vista, es que es una aventura a la que entrar sin prejuicio alguno de nada. Me explico: de primeras, vais a ver que es un juego de aspecto retro digno de los mejores títulos de finales de los 90 del siglo pasado (entre 1997 y 1999, más o menos), en cuanto a gráficos no tiene una complejidad extrema a pesar de ser en 3D y en primera persona.

Segundo, es un juego en el que literalmente te vas a dedicar a «matar cochinos», sin cortapisas. De un tipo, de otro, con mutaciones de un estilo o de otro y a veces con aspectos, tamaños y habilidades estrambóticas hasta el extremo. Pero es lo que hay: la mecánica del juego es muy simple en ese sentido. Entrar en el granero, hablar con el pobre granjero que anda clavado a una pared con una horca mientras tiene media pierna arrancada de cuajo (eso para los que creen que los cerdos no te arrancan una parte del cuerpo de un mordisco por menos de nada, como veterinaria lo atestiguo 😉 ); coger las armas que haya disponibles en ese momento y salir a matar gorrinos como si no hubiera mañana.

A partir de ahí, veréis que cada vez que termináis con la hornada de turno, es como si se terminara el día y empezase uno nuevo: esto indica los niveles que vais subiendo. Yo reconozco que en realidad no sé cuántos tiene, creo que llegamos sólo al nivel 30 tras varias sesiones de sudar sangre y al final pasamos a otra cosa porque en el fondo era siempre igual, pero no tenemos constancia de cuántos niveles hay en realidad, da la impresión de ser un juego infinitamente así, como los que había hace veinte años. La estética y el estilo en ese sentido van de la mano.

Por otra parte, se puede decir que es un juego más o menos rápido y dinámico, en el que pasarte niveles dependerá sobre todo de tu habilidad y la de tus compañeros. En ese sentido, no te estreses si tu mueres o casi todos acabáis caput, con que sobreviva uno es suficiente y con que se cepille él o ella a todos los cerdos restantes vais que os matáis. No hay cortapisas en cuanto a las mejoras disponibles en los niveles subsiguientes, incluyendo el poder coger ciertas armas mejores. El esfuerzo está recompensado para todo el equipo…

Y es un juego en el que morir es estúpidamente fácil. ¿Para evitarlo? Tenía un compañero que lo que hacía era correr y saltar de forma alterna y de espaldas, disparando de frente a los cerdos que le perseguían -cuando eran cerdos a los que funcionaba darles por delante, que hay algunos que tienen refuerzo delante y hay que dispararles en el trasero, literalmente-, pero no parecía mala técnica la verdad y en algún momento me salvó de más de una embestida de gorrino.

Y es que otra cosa que hay que tener en cuenta y ya he mencionado un par de veces es el tipo de cerdo que te toca. En general, en 9 de cada 10 niveles tendrás que enfrentarte a variedades un poco aleatorias de tipos de cerdos mutantes y zombis -que siempre se repiten los mismos en el mismo nivel, eso sí-, pero que te pueden obligar a repetir dos o tres veces el nivel para cogerle el tranquillo de cómo, cuándo y dónde disparar a cada tipo de cerdo… O con qué arma, también. En ese sentido, creo que va un poco a gusto del consumidor, aunque las mejores armas por supuesto son aquellas que no tienen munición infinita 🙂

Y ¿qué hago si me quedo sin munición? Sencillo, al menos si ya sabes dónde mirar. Al fondo de la granja, si os fijáis, hay una especie de máquina metálica de aspecto poco amigable y cuchillas afiladas en un extremo. Ahí, señoras y señores, es donde vamos a conseguir nuestra munición de la forma más asquerosa posible. Y sí, me refiero a tener que dar patadas -literal- a los trozos de carne de los cerdos caídos durante el nivel y antes de ir de nuevo a hablar con el granjero (IMPORTANTE) para producir munición, granadas de mano y boosters para los jugadores. A nosotros nos costó un pelín averiguarlo, pero luego conseguimos organizarnos varias veces para pasarnos niveles con uno haciendo munición -mientras disparas y huyes, todo un arte- y los otros disparando.

Los niveles más complicados en este sentido -y donde es más necesario hacer acopio regular, aunque es muy difícil- son los boss, que aparecen cada diez niveles. Y aquí debería decir que no me convence nada el boss del nivel 10, el primero que te encuentras: con deciros que ese tuvimos que bajar de dificultad «Normal» a «Fácil» para vencerle y el segundo boss, del nivel 20, no fue necesario a pesar de también presentar un nivel decente de problemática, os lo digo todo. No sé si es porque fue el primero o qué, pero ya os digo que eso era pura masacre y no había nada que hacer ni después de diez o quince intentos.

Con todo esto, diría que es un juego de 3.5/5, entretenido y bueno para echarte unas risas entre amigos, pero que también puedes dejar cuando quieras o te aburras. Si no tienes nada mejor a lo que jugar, sí, póntelo y pasa un buen rato; pero no recomiendo que inviertas más de lo que invertí yo (alrededor de un euro escaso) para probarlo y darle una oportunidad. Y esto es todo por mi parte de momento. Recordad seguir el blog a través de los botones de la derecha así como mis redes sociales y ¡no olvidéis comentar si os ha gustado la entrada! ❤ ¡Os quiero!