¡Buenas a todos y todas!
Hacía mucho que no hablábamos de teatro y musicales, ¿verdad? Casi desde El Rey León… Y parece que ha pasado una eternidad. En el blog han sucedido muchas cosas (la mayoría buenas) y el tiempo vuela… ¡Gracias a vosotros!
Corre el año 1916. Los Romanov celebran el tercer centenario de reinado de su dinastía y todo parece salir a la perfección. Al menos, hasta que un pueblo descontento, hambriento y sediento de cambio asalta el palacio de San Petersburgo donde se celebra la fiesta y todos los miembros de la familia real perecen bajo sus armas. ¿Todos? Quizá no. Diez años después, por las calles de la nueva Leningrado corren extraños rumores sobre una posible superviviente de la familia; por cuyo descubrimiento la Emperatriz Viuda, madre del difunto Nicolás II y abuela de la joven, residente en París, ha prometido una fortuna a cambio.
Por otro lado, Anya, una joven barrendera sin promesa de futuro y con una extraña amnesia que le impide recordar quién fue antes del día que comenzó la revolución, buscará la forma de salir de Rusia para llegar a un destino concreto: París. El único recuerdo que conserva y del que dos truhanes, Dimitri y Vlad, se intentarán aprovechar para hacerla pasar por la Gran Duquesa Anastasia y cobrar la jugosa recompensa de la Emperatriz.

Sin embargo, los rumores también han llegado a oídos del nuevo régimen comunista. Un régimen que no consentirá que ningún superviviente de la familia real siga campando a sus anchas, sea en Rusia o en Europa.
¿Quién logrará antes su objetivo?

Lo primero de todo, decir que estaba deseando ver este musical puesto que la película de animación y la banda sonora de la misma me encanta.
Sin embargo, la adaptación de esta obra de teatro viene de largo: la última inspiración, como se deduce de la mayoría de canciones, procede de la película animada de 20th Century Fox de 1997, “Anastasia”; sin embargo, esta historia tiene el mismo argumento que la película dirigida por Anatole Litvak en 1956 basada en una obra de teatro de Marcelle Maurette, a su vez inspirada en la historia de Anna Anderson, la más famosa de las impostoras que afirmaron ser Anastasia (Wikipedia).

Con todo esto, nos encontramos un musical que renuncia a la parte fantástica y más, digamos, infantil de la película animada y centra la historia en un contexto más realista como es la auténtica revolución rusa y los primeros años de gobierno de Lenin.

Respecto a las canciones, han mantenido algunas de las presentes en la película de animación: “Tú sabrás hacerlo” –canción y reprise-, “Dime dónde vas”, “Una vez en Diciembre”, “Rumores en San Petersburgo”, “París es el rey del amor” y una leve reminiscencia a “En la noche fatal”, la canción del villano Rasputín, en la canción que cantan todos en la estación de tren antes de huir por fin de Rusia. Aparte, han añadido otras canciones muy interesantes de escuchar para personajes que, o bien en la película de animación no figuraban –el comisario ruso que hace de villano- o el propio Dimitri, co-protagonista e interés romántico de la historia para Anya.

Lo único que no me gustó en el momento, aunque luego creo que igual que en el Rey León dejé de prestarle tanta atención, fue el cambio de letra de las canciones originales. E, igualmente, sigo pensando que no era necesario en ningún caso, ni siquiera considerando el cambio de trama. ¿Qué manía tienen con eso? En El Rey León creo recordar que hicieron directamente una traducción literal, pero aquí en muchos casos ni siquiera ha sido así –sí, me conozco también las versiones originales de las canciones de Anastasia, la película de Fox-. Sumado a eso… ¿por qué Sophie es Lily y en vez de una exuberante redondez, es un palo flaco? Luego nos quejamos de los estereotipos, pero vaya, que no me voy a meter más en ello…

Hablando de la trama, en general creo que está bastante conseguida y es coherente, aunque el final me pareció de lo más pobre que podía existir (SPOILER) ¿Qué es esa rendición del villano sin más? ¿Dónde está la tensión del momento? ¿Dónde está Dimitri acudiendo a ayudar a una claramente indefensa Anastasia, que ni siquiera se mueve, sino que levanta los brazos y asume su destino sin pelear? Y me faltó eso de: “se han fugado. Es un perfecto desenlace” “No, es un perfecto comienzo”. Es el broche de la película, precioso y genial… Y lo han omitido absolutamente (cuando en otras partes sí que hacen incluso referencias literales. Pocas, pero las hay).

En definitiva, podemos decir que, salvando las distancias con la película de animación –que es su referencia más cercana y es MARAVILLOSA, con mayúsculas- es un musical vistoso, sin fallos coreográficos ni vocales y con una trama para todos los públicos. Que defienda o no, bien o mal, a los Romanov y fustigue a un régimen comunista, o debiera ser al contrario, eso ya lo dejo a la ideología y la mentalidad de cada uno. Como sabéis, en este blog no se habla de política, sino de cultura de la mejor calidad 😉

Le doy un 4/5 y espero veros pronto en futuras reseñas. ¡No os olvidéis de comentar qué os ha parecido, compartir y dar me gusta! 😀
¡Feliz semana!
Una respuesta a “Reseña teatral: Anastasia, el musical.”