¡Hola a todos!
Tras el parón de agosto volvemos con más fuerzas y nuevas lecturas. En este caso, un clásico de una autora adelantada a su tiempo 🙂
Sentido y sensibilidad (Todocolección.net)
¿Sabéis ese momento en el que vas un día a casa de tus padres, empiezas a pasearte por el salón revisando los libros que tienen allí, y al ver una novela clásica dices «oh, tendría que leer a este autor en algún momento?» Pues eso fue lo que me pasó a mí con esta novela. Antes de esto conocía la obra de Austen, por supuesto. He visto Orgullo y Prejuicio las veces suficientes para hacerme un idea de por dónde iban a ir los tiros.
Y si bien es cierto que la historia no se parece en nada a grandes rasgos, en el fondo podemos detectar algo que caracteriza la literatura de Jane Austen: la reivindicación de caracteres en las mujeres de una sociedad donde siempre se esperaba que fueran bonitas, calladas y elegantes.
En Sentido y Sensibilidad nos plantea la diferencia entre dos hermanas: Elinor, la voz de la razón y la prudencia; y Marianne, la voz de la pasión. A pesar de lo diferentes que puedan parecer, a medida que avanzas en la historia te das cuenta de que son totalmente complementarias, que se apoyan siempre la una a la otra. Por otro lado, a su alrededor se desglosan todo tipo de formas de ser tanto en hombres como en mujeres que, en general, son un reflejo incisivo y crudo de la mentalidad de la sociedad del siglo XIX inglés.
Por la parte mala, reconozco que se me ha hecho un poco largo y no solo por la falta de tiempo para leer que he tenido (que también). Hay mucho monólogo que si bien no carece de interés para la historia, terminan siendo reflexiones demasiado extensas para evidenciar y, en muchos casos, censurar una actividad o un pensamiento de la época. Algo que me parece bien y que, al final, hacen todos los autores; pero admito que me hubiese gustado que fuesen cosas más concisas.
Aparte, hay escenas que son idas y venidas de personajes pero no terminan de aportar nada a la historia, a mi modo de ver, y terminan ralentizando la lectura. Ah, y el final, al menos el de Marianne, es un deus ex machina como una catedral. ¿Así, de repente, cuando lleva 400 páginas insistiendo en su rebeldía y su convicción amorosa, le cae la madurez o la «razón» encima y dice «vale, me caso con este al que no he mirado dos veces en toda la novela»? Siendo una novela de sutil corte reivindicativo, me pareció un poco chocante.
Pero bueno, como decía, a los clásicos hay que leerlos y conocerlos siempre, para bien o para mal. Ahora quiero ver la película de Emma Thompson, Kate Winslet, Hugh Grant y Alan Rickman, tanto por ellos (que son cuatro grandes del cine británico) como por ver cómo han adaptado la historia.
Le doy un 3,5/5 y os dejo hasta la próxima. ¡Sed buenos! ❤