¡Hola brujines! Otra vez es miércoles y esta semana vuelvo a traeros reseña (y ya van 30, YUHUUU), esta vez de una novela de género policiaco y misterio con sello norteamericano.
En “Llamada Perdida”, Michael Connelly cambia a su protagonista habitual por Henry Pierce, químico y dueño de la empresa Amedeo Technologies, una de muchas que compite, allá por el 2002, por la carrera tecnológica aplicada a la medicina. En este caso, su proyecto molecular parece haber dado con la clave necesaria para revolucionar la industria. Pero cuando Henry se cambia de piso y a su número llaman constantemente hombres preguntando por una tal Lily, el protagonista se embarca en una búsqueda desesperada de la antigua dueña de ese teléfono; lo cual lo conducirá a lo más sórdido del mundo del ocio para adultos en internet.
(Como siempre os pongo el enlace a la edición que tengo yo, pero se puede encontrar actualizada en Ediciones B o Zeta Bolsillo)
ESTO ES UNA RESEÑA DE NOVELA DE MISTERIO ASÍ QUE MÁS OJO QUE NUNCA QUE HAY SPOILERS GORDOS (no, no voy a desvelar el final pero comentaré cosas que inducen a pensar y ponen sobre la pista).
Como podéis deducir por la sinopsis, de entrada, sí: es una novela pensada para adultos. La trama en general gira en torno a tres pilares al margen de y, al mismo tiempo, relacionados con la investigación de Henry: sexo y/o prostitución, violencia y (la parte más inocente) investigación tecnológica.
La trama para mi gusto está bastante bien construida y logra meterte pronto en el interés por saber quién es Lilly y por qué Henry tiene su teléfono. Ahora bien, quien sea un poquito avispado sospechará desde el principio, en cuanto sepa cuatro cosas sobre Henry y su situación, que todo es una trampa. Es algo que noto generalmente en novelas norteamericanas de misterio y/o acción: soslayando el hecho de que estén bien narradas o no (por regla general, las traducciones que he leído son bastante aceptables tanto en un sentido como en otro), son novelas de “fácil adaptación”. Es decir, tienen poco trasfondo emocional o es algo que se puede visualizar fácilmente, como escenas pasadas o trastornos antiguos, pero en general los personajes siguen una línea de acción bastante constante; un descubrimiento les lleva a otro sin pararse mucho a pensar. Algo que por ejemplo sí destacan autores de otras nacionalidades como Camilla Läckberg o Stieg Larsson (ambos suecos) sin necesidades de meter escenas de acción y disparos en toda la novela. Algo que sí suelen hacer los norteamericanos.
Igualmente el estilo narrativo que tienen estos escritores, aunque esté bien hilado, tiende a ser bastante plano (caben honrosas excepciones como Noah Gordon, especialmente en su trilogía de “El Médico” que es novela histórica) pero si lo sabes antes de enfrentarte a la novela, digamos que es menos decepcionante en ese sentido.
Volviendo de nuevo a los personajes, casi todos son bastante planos, como maniquíes puestos en escena. Muy mecánicos y la mayoría de los secundarios, olvidables.
Destaco por último que derivado de todo esto queda una novela muy visual, fácilmente adaptable al cine como la mayoría de sus hermanas de género, ambientación y nacionalidad; pero sin más fondo ni empatía alguna por los personajes (salvo quizá por el protagonista, que las pasa canutas a causa de un trauma infantil cuando podía haber cambiado el número de teléfono y punto).
Le pongo un 3.5/5 y os dejo hasta la próxima semana, lectores 😀