¡Hola brujines! Hoy os traigo una reseña/crítica de cine cuyas impresiones sobre su protagonista, si bien la vi hace tiempo, me gustaría compartir con vosotros.
En Todo saldrá bien, James Franco interpreta a un escritor, Tomas Eldan, afincado en Canadá que un día, mientras regresa a su casa en un día de pleno invierno -de esos que la nieve llega casi a la cintura-, al pasar por un camino, probablemente en busca de un atjao, atropella accidentalmente a un muchacho que estaba jugando con el trineo junto a su hermano pequeño. Este último, que es el único al que Tomas ve, está quieto, mirando a un punto lejano. El protagonista, cuando se recupera de la sorpresa y sin saber que ha atropellado al otro pequeño, acompaña al otro hasta su casa, que se alza unos metros más allá. Y en ese momento, cuando la madre abre la puerta y pregunta por el otro niño, Tomas se percata de que, efectivamente, la cosa ha resultado peor de lo que pensaba.
A partir de ahí, se verá cómo pasa el tiempo para todos los implicados: tanto Tomas, que jamás podrá olvidar al muchacho fallecido en el accidente. La madre de este, que tratará de recomponer su vida como buenamente pueda tras la pérdida de su hijo mayor. Y el hermano pequeño, al cual su madre procurará esconder sus lágrimas pero que, irremediablemente, crecerá con una serie de traumas y dolorosos recuerdos de infancia que condicionarán su conducta y su forma de ver el mundo.
Personalmente, puedo afirmar que es una buena historia. Podía haber sido incluso más cruda, pero se consigue un grado de equilibrio entre alegría y tristeza que resulta bastante adecuado. Eso sí, quizá la propia falta de acción de la trama, o esos silencios prolongados entre los personajes durante determinadas escenas, pueden conseguir que la película se haga ligeramente lenta.
James Franco, para mi gusto y eso que no es un actor por el que sienta especial devoción, está magnífico en su papel, aunque a veces se le podría tachar de excesivamente frío pero yo lo achaqué en todo momento al trágico evento con el que comienza la película. Esa falta de apego y de sentimiento se convierte casi en una consecuencia lógica del accidente.
Por otra parte, destaco los paisajes: de producción y dirección alemana (Wim Wenders) pero rodaje en Canadá, creo que el entorno es perfecto y acorde totalmente con el tono general de la película. Relajado, uniforme, y con el bosque y el campo como principales protagonistas durante casi toda la cinta. Ah, y me enamoré de la casa final de James Franco, que conste. Me pareció preciosa.
Considerando también que la vi en versión original, no estoy segura de que ese factor aporte mucho; solo para quien le guste verlas así y no dobladas al español.
Por último, decir que los secundarios son actores y actrices de absoluto lujo, y me gustó especialmente la interpretación de Rachel McAdams, una actriz a la que tengo «fichada» desde hace algún tiempo y que siempre consigue sorprenderme.
Conclusión, mi nota es un 3/5 para esta película. ¡Nos vemos en la próxima entrada!
La vimos hace un mes o dos y en verdad merece la pena. Gracias.
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