Viernes de series: Scandal

Buena tarde, ratones seriéfilos. Este mes nos toca reseñar una joyita de la productora de Disney, ABC, adentrándonos en el mayor torbellino de intrigas y secretos de Washington DC. Traiciones, ambición, política, feminismo, reivindicación racial, puñales por la espalda… ¿Os venís? ¡Comenzamos! 🔪 🗳️💔

SINOPSIS

Olivia Pope es una exconsultora de comunicaciones de la Casa Blanca que ahora dirige su propia firma de gestión de crisis, tras haber ayudado al último presidente de Estados Unidos a ganar las elecciones. Sin embargo, «Olivia Pope y Asociados» no sólo se ocupa de gestionar hablando solo de escándalos políticos normales. Olivia y su equipo se especializan en manejar secretos oscuros y situaciones explosivas que amenazan con destruir las vidas de poderosos políticos y figuras públicas. Cconspiraciones, romances prohibidos y decisiones éticas difíciles se intentarán interponer en el camino del éxito y la felicidad de Olivia, todo mientras esta mujer empoderadalucha por mantener su propia integridad en un mundo donde la línea entre el bien y el mal a menudo se desdibuja. ¿Será capaz de mantenerse en la luz y no dejarse tragar por la oscuridad que conlleva el ansia de poder a cualquier precio?

RESEÑA

⭐⭐⭐

Siempre es complicado reseñar series largas. Hay que pensar mucho en todo lo que ha ocurrido, ver lo que hay destacable en cada temporada; y, como en este caso, ver dónde pasó a ser una serie que te encantaba a una mera trama de telenovela con tintes de pancartismo y reivindicación innecesaria convertida casi en parodia… Sí, siento ser tan dura, pero es que Scandal a pesar de prometer ser una serie «Top», acabó hundiéndose en sus propios requisitos y la pescadilla se mordió la cola hasta que no quedaron ni los huesos… Veamos por qué.

Lo primero que quiero analizar es la relación romántica que se presenta como pivotal desde el capítulo 1, revelándola en un giro de guión bastante curioso y que sorprende al espectador… Fitzgerald Grant III (Fitz, para los amigos), presidente de los Estados Unidos de América… y Olivia Pope, asesora y abogada de esas causas que nadie más parece ser capaz de solucionar. El trabajo de Olivia se plantea como una solución más o menos ortodoxa -según el caso- a ciertos escándalos de la ciudad de Washington que siempre es preferible esconder bajo la alfombra. Por supuesto, juegan con la tensión de que ella misma vive un escándalo mayúsculo en la sombra que intentará ocultar y proteger todo lo posible.

Por otra parte, Olivia es una mujer ambiciosa, aunque las primeras temporadas te lo maquillan ligeramente con un cierto aire de protectora de los débiles y defensora de las causas perdidas. Junto a su equipo -por cierto, una pena la pérdida tan temprana en la primera temporada de Ian Cusick, aunque luego tuviese algún que otro cameo-, Olivia se define como «gladiadora de traje» que peleará hasta conseguir lo que sus clientes necesitan. Hasta ahí, todo en orden y más o menos coherente.

Tercero, la burbuja política de Washington DC se presenta como el clásico nido de víboras y trepas que sólo ansían subir más alto en la escalera del poder, escoltados por esos pocos elegidos que todavía parecen buscar en el servicio público una forma de ayudar de verdad a los demás sin saltarse las líneas de lo moral y legalmente aceptable. Finalmente, tenemos a aquellos que actúan siempre en la sombra por el «bien de la República» y buscan proteger al ciudadano de a pie de los problemas que «realmente importan», para que aquel viva una vida tranquila y rutinaria con las preocupaciones sólo que los políticos y los periodistas quieren ponerles delante.

Así, tenemos un escenario que desde luego se plantea interesante y engancha mucho, sobre todo a partir de la primera temporada y diría hasta la segunda y tercera. Sin embargo, a partir de ahí y de un suceso especialmente traumático para Olivia -no entraré en spoilers- hasta la sexta temporada de repente parece que cambiaron la gente a los mandos y los guionistas… (¿Coincidió con la aparición más intensa de ciertos movimientos sociales en redes sociales? Es posible, pero nunca lo sabremos al 100%). De repente, Olivia empieza a actuar de forma más errática, su ambición se dispara, su relación con Fitz se revela como imposible a partir de cierto punto de inflexión -en el que me planteé por fin qué era lo que Olivia quería de verdad en la vida- y la marea se empieza a agitar también alrededor de los diversos secundarios presentes.

En este sentido, destaco a mis favoritos: Abby, que siendo feminista me parece coherente e incluso sus tonos de gris al coquetear con el poder la hacen más cercana al espectador; David, que es el paladín por excelencia y no puede ser más adorable, aparte de que siempre quedé a la espera de lo que pudiera suceder entre Abby y él…; y Charlie, el «Neutral» por excelencia del grupo, el mercenario, el que tiene buen fondo y mucho carisma al tiempo que se vende al mejor postor como medio de vida. Este último ocupa mi Top 1.

Luego hay otros que me gustan más o menos, por ejemplo Elijah Pope -que parece que su personalidad tambaleó un poco en las últimas dos temporadas-, Jake Ballard -igual que Eli, de repente empezó a zozobrar-, Cyrus -carismático y neutral malvado de principio a fin, el fin justifica los medios y punto- o el propio Fitz -que es un poco tontorrón, pero me cae bien en realidad. Es un tío que quiere hacer las cosas bien, pero te muestra que alcanzar la presidencia de un país no siempre significa que tengas carta blanca para cambiar el mundo sin consecuencias negativas-.

El problema que vi principalmente es que, lo dicho, a partir de la cuarta temporada Olivia empieza a mover los hilos de todos estos personajes sin que se den cuenta, creyendo algunos que incluso la manejan a ella; pero la realidad es que la señorita Pope se convierte de una aparente «legal neutral» a una «caótica malvada» sin redención… O bueno, eso es lo que creo que pensaría cualquiera si se encontrase una persona así en el mundo real. No obstante, vemos como cada vez más la productora y creadora Shonda Rhymes -lo siento, Olivia parece que está diseñada para ser su álter ego en la serie- la blinda con diferentes mecanismos incluyendo una supuesta vulnerabilidad frente a tener que tomar determinadas decisiones muy, muy extremas…

Como si en verdad nos quisiera decir que la ambición de Olivia tiene límites cuando te demuestra una y otra vez que no es así. Además, es una mujer y se encarga de que ciertas féminas de su entorno -o al menos las más maleables, como Melody Grant, a la que empieza poniéndole los cuernos y luego la ayuda a ser la primera presidenta de Estados Unidos, cómo cambian las tornas…- pasen a hacer la reivindicación del poder femenino bandera de sus acciones y discursos, mientras Olivia sólo demuestra creer en esos lemas cuando le interesa a ella y a nadie más. Como decía, hay cosas que al final acaban pareciendo casi una parodia en una serie que es fundamentalmente dramática y bastante violenta en algunas cosas… Abstenerse gente con aprensión por la sangre y la violencia, ya lo aviso.

Por último, mencionar que en cuanto a reparto, vi en su día a Kerry Washington (Olivia) también en «La Escuela del Bien y el Mal» y sigo pensando que al final su registro de actuación se reduce a las cuatro expresiones de medio asco, medio disconfort, que sabe hacer. Por otra parte, quiero ver «Plane», la película de 2023 Gerald Butler en la que sale Tony Goldwyn (Fitz)… ¡Ah! También sale en Oppenheimer, que está pendiente de llegar al blog :) . A David le tenía poco fichado, pero ya me dijeron que salía en «The Big Bang Theory«, serie con la que todavía no he tenido tiempo de ponerme más que a saltos y a capítulos sueltos :P

En definitiva, creo que le hubiera puesto 4.5 estrellas si hubiesen mantenido el tono de las dos primeras temporadas, donde no hacían falta frases baratas ni cambios de alineamiento a conveniencia del guión para tener una historia potente con personajes femeninos y masculinos tanto fuertes como menos fuertes, carismáticos y con el telón de fondo de escándalos internos y externos a la vida de Olivia Pope. Por supuesto, si alguien está o no está de acuerdo me encantará leeros en los comentarios como siempre. ¡Se os quiere!