¡Buenas, cinéfilos! ¿Cómo arranca esta semana de final de agosto?
Por aquí, como ya visteis ayer, he regresado con las pilas cargadas y ganas de contaros muchas cositas sobre lo que he hecho en las pasadas semanas. Una de ellas, a pesar de ciertas reticencias iniciales cuando supe que había secuela de la mítica película de finales de los ochenta, es la que vais a leer a continuación. ¡Agarráos al asiento, que despegamos! ✈️

Han pasado tres décadas. Pete «Maverick» Mitchell, el intrépido piloto que consiguió entrar en el programa «Top Gun» y lo superó con honores a pesar de todo, ahora es un teniente de la armada estadounidense dedicado a probar nuevos aviones y modelos supersónicos. Sin embargo, la sombra del deber puede ser alargada en el ámbito militar y Maverick tendrá que retornar de su apartada vida cuando le asignen a un grupo de pilotos a los que entrenar para una misión que casi parece suicida. Y lo peor es que entre los cadetes está alguien a quien Maverick preferiría no ver jamás subido a un caza de combate, pero que se ocupará de reencontrarlo con sus cuentas pendientes del pasado sin que pueda hacer nada por evitarlo. ¿Podrán sanar sus profundas heridas del pasado gracias al joven Rooster, o seguirá Maverick anclado para siempre en el recuerdo de su padre?
RESEÑA

Como decía más arriba, esta es una secuela que como muchas otras me daba bastante pereza ver y darle una oportunidad. Sin embargo, reconozco que al ver el tráiler en el cine sin quererlo me picó la curiosidad. La presentación era buena, parecía una cinta dinámica y podía ser que no cometieran errores que están cometiendo muchas películas actuales para «adaptarse al público zoomer«. Así, un día nos bajamos al centro a sala llena para ver si tenía algo que envidiar o no a su predecesora…

De entrada, diré que desde luego esta es una de las pocas películas que el tráiler no miente prácticamente en nada. Es una cinta dinámica, bien narrada, estructurada y con un clímax final bastante más emocionante que la primera parte de los ochenta. Las cosas como son, yo no sufrí tanto por Ice y Maverick en aquel momento como lo que he sufrido con Maverick y Rooster en esta entrega. Aun así, confesar que me ha parecido de esas películas de acción -y con una trama más simple que un botijo- de las que ya no se hacen.

Aparte, diría que en lo que es trama romántica el cambio de Kelly McGillis a Jennifer Connelly no me pareció que desmereciera tanto. Sí, Cruise se cuida y parece que tiene diez años menos de los que tiene en realidad, pero cuando tu trabajo es mantener tu imagen me parece del todo comprensible. Además, creo que lo encajaron con una naturalidad bastante aceptable, ya que siendo estrictos nunca consideré que Maverick fuera el de jurar amor eterno al primer amor de su vida. Y, bueno, entre los dos hay química, no se puede negar. Así que creo que es un contrapunto interesante a toda la parte de estrategia militar.

Por supuesto, otro gran atractivo que tiene la película si sois fans de la aviación son los aviones y cazas que salen. Dentro de mi ignorancia, que conste, reconozco que no me resultó tampoco nada forzado que de repente metieran la nostalgia de los cazas viejos en alguna escena, aunque los que pilotan en esta entrega sean más modernos. Menos aún cuando acaban dando algún golpe de gracia con los «abuelitos» con alas… 😛 Además, la mayoría lo sabréis, pero Tom Cruise tomó clases de vuelo para ser él mismo el que pilotara sus cazas y sus aviones durante la película.
Respecto al personaje de Maverick, aunque sigue manteniendo por supuesto la chulería de hace treinta años y muchos minutos son tomas de Tom Cruise sonriendo a la cámara a su modo y manera, en esta cinta se nota que tanto el actor como el personaje han corrido años en su cuenta y tiene otro aire más maduro en general. Aparte, no han tratado de modificar las convicciones ni la forma de ser en ningún momento, ya que el asunto de ser un cabra loca y arriesgar al máximo sigue siendo seña de identidad.

Respecto a los personajes de la nueva generación, no podía dejar de destacar que en esta película se realiza un ejercicio de inclusividad tanto de género como racial sin aspaviento ninguno y naturalidad absoluta dentro de los cadetes; de hecho, diría que la que más carácter tiene de entre todos ellos es la única mujer del grupo que además es latina 😉 Monica Barbaro, mi heroína particular. Y lo mejor de todo es que no le hace falta hacer ni medio alegato para que el espectador sienta que es una más del grupo y además la respetan al cien por cien. Igual que a Jennifer Connelly, que no se la desmerece en ningún momento ni necesita probar con pancartas y fluorescentes que es una madre soltera regentando un bar con toda la soltura del universo, y encima vacilando a Maverick por las buenas.

Como última nota, decir que me dio bastante pena ver a mi adoradísimo Val Kilmer tan demacrado tras su operación de cáncer de garganta y pareciendo diez años más viejo de lo que es, pero no me pareció mal la forma que le dieron de justificar el problema que tenía; no como a Meg Ryan que directamente se la «zumbaron» y su personaje había muerto, o -por qué no- a McGillis porque supuestamente «era más vieja en apariencia de lo que debería». Aparte, lo de usar una IA para que la voz de Kilmer sonase más o menos normal me parece razonable, ya que el hombre ahora mismo no puede hacer demasiado con su voz 😦
Con todo esto, diría que a la película le daría un 4.5/5 y esto es todo por mi parte de momento. Recordad seguir el blog a través de los botones de la derecha así como mis redes sociales 🙂 y ¡no olvidéis comentar si os ha gustado la entrada! ❤ ¡Os quiero!
