¡Buenos días a tod@s, brujin@s lector@s y cinéfil@s de todo el mundo! ¿Cómo estamos? Aquí como veis sin parar demasiado, apenas esos quince días pasados de asueto… Pero enseguida volvemos a la carga. En este caso, nuestra falta de parón todo agosto se debe sobre todo a que está habiendo muuuuchos estrenos de cine en los últimos meses y, por supuesto, teníamos que presentároslos en tiempo y manera adecuados ❤
Italia. Tierra de culturas ancestrales, el comienzo de gran parte de lo que hoy conocemos como civilización… Y una tierra plagada de mitología fascinante. Y precisamente frente a las costas de un pequeño pueblo frente al Adriático se esconde una de esos mitos que todavía perdura.
Luca nunca ha visto la superficie. No se atreve. Su pueblo, el de los «monstruos marinos», nunca debe salir ahí afuera bajo pena de encontrarse con algún humano que quiera llevarse su cabeza a casa como trofeo. O, al menos, eso es lo que le han inculcado siempre. Sin embargo, todo cambiará el día que Luca conozca a Alberto, un monstruo de su edad que sí ha decidido arriessgar el pellejo por subir «ahí arriba» y camuflarse entre los humanos. Muy pronto Luca descubrirá que él también puede hacerlo, además de vivir numerosas aventuras que le demostrarán lo equivocada que podría estar su gente en cuanto a la posible convivencia entre humanos y seres marinos… ¿Será realmente posible vivir en paz?
RESEÑA

Esta película es, de momento, el estreno estrella de Pixar para este año. Después de la madurez y la complejidad de Soul, vemos que el estudio ha vuelto hacia atrás y ha retornado a las historias más para niños donde los temas de fondo son mucho más sencillos.
Con esto no quiero decir que su predecesora no me gustase, al contrario, ya podéis comprobarlo en el enlace que os he dejado más arriba. Sin embargo, es cierto que muchos que conozco sintieron que en Soul, Pixar parecía haber marcado una tendencia que lo llevaba más a una animación sesuda, reflexiva y pensada más para adultos, contrario a lo que nos suele tener acostumbrados. Incluso en Inside Out, el concepto era algo asequible tanto para mayores como para pequeños. Bueno, pues tranquilidad… Porque Luca quiere ser ese soplo de aire fresco para padres amantes de Pixar que ya se tiraban de los pelos…
Por otro lado, hay que decir que si bien Luca es de nuevo más infantil, también percibí que había perdido una parte importante e inherente en todos los casos -o casi todos- a las películas de Pixar: la emotividad. No estamos hablando de los dramas que todos conocemos de Disney -muertes maternales, etc-. No. Hablo de cosas como las que recuerdo haber sentido en películas del estudio como Monstruos S.A., Cars 1 y 3 (la 2 no cuenta más que para el #FanficThursday 😛 ), Toy Story (todas), Onward (lloré al final) o incluso Brave, que es «Princesa Disney» pero de mérito Pixar, no olvidemos. En todas esas películas, siempre había un mensaje alentador o positivo que te llevaba a la reflexión, e incluso a un pequeño llanto de emoción. Dicho brevemente: esas cintas calaban hondo en nosotros, que es lo que también hace muy especial y único a Pixar.
Sin embargo, en Luca no tuve esa sensación. Me refiero, es una historia muy entretenida y tierna en ocasiones, con sus personajes cliché como el malvado y presuntuoso chico popular del pueblo que hace la vida imposible a todos los demás. Pero, más allá de eso, no sentí la conexión habitual con una película Pixar. Ni siquiera con la parte de los celos infantiles de «me vas a quitar a mi amigo» (que algún malpensado diría de primeras que se trataba de celos románticos de niños de ocho años, pero nada más lejos y eso reconozco que sí que me gustó 🙂 ). No terminé de empatizar con los niños, con los personajes principales. Por supuesto, tienen su encanto y son muy graciosos mientras preparan la gran carrera final entre los tres, pero no tenían tanto gancho como yo esperaba o pensaba.
Por otra parte, diría que el final me pareció que llegaba después de una parte un poco lenta y, por qué no, de golpe y porrazo. La resolución del conflicto monstruos-humanos apareció como una solución divina y repentina, predecible incluso según como se mire, donde el malo pierde estrepitosamente y los buenos ganan y se quedan felices y contentos. No sé, me quedó un poco forzado, la verdad. Aparte de que me pareció que había un errorcillo de producción en una de las últimas escenas, cuando no hay lluvia ni nada y Alberto y Luca se aparecen como monstruos marinos en vez de como humanos. ¿No se supone que si no se mojan en tierra, se les ve como humanos? Esa parte la verdad es que no la pulieron tampoco del todo, porque según la escena aparecía un fragmento cambiado del cuerpo, o todo, o nada… Variaba según las circunstancias 😛
Por lo demás, reitero: me ha parecido una película entretenida y con un punto entrañable que puede hacer las delicias de tod@ crí@ este verano 🙂
Le daría un 3/5 y esto es todo por mi parte de momento. Recordad seguir el blog a través de los botones de la derecha así como mis redes sociales y ¡no olvidéis comentar si os ha gustado la entrada!
¡Nos vemos en la próxima! 😀
Una respuesta a “Lunes de cine: Luca”