¡Buenas, mis lectores! Cuánto tiempo sin traeros una reseña literaria ¿verdad? Pero esta vez, la ocasión merece ponerse de gala porque vamos a dar la bienvenida no sólo a una gran amiga y querida compañera (de la que mis seguidores seguro que ya conocen su blog), sino a su primera novela como tal tras una larga trayectoria como escritora de cuentos y relatos cortos. ¿Nos vamos para Cuba? 🙂
Cuando alguien en España escucha hablar de Cuba, nos vienen cosas muy diversas a la cabeza según de quién se trate. La independencia en 1898. El Che Guevara. Fidel Castro. Los emigrantes que cruzan en patera a Estados Unidos en busca de un futuro mejor… Pero a muy pocos, por el contrario, se nos ocurre que en algún momento la situación pudiese ser al revés. Que fuésemos los españoles los que emigrásemos a Cuba queriendo huir de una mano férrea que no entendía de tolerancia ni de convivencia entre los que pensaban distintos. O que, aun a finales del siglo XX, no todos los cubanos iban para Miami y muchos buscaban fortuna en la España de la recién estrenada democracia.
La Huella de los Adioses es un viaje por todos esos escenarios, desde el siglo XIX al XXI, siguiendo las vivencias de la familia de Cecilia; una joven que salió de Cuba sin saber que en España encontraría un nuevo hogar donde empezar de cero.
RESEÑA

Bueno, bueno… Pues, como decía, después de tantas idas y venidas la sección puede retornar con orgullo al blog 🙂 Y no, no voy a seguir dando la turra (de momento) con Seven Deadly Sins 😛 Esta vez, nos vamos a un mundo diametralmente opuesto como es el nuestro propio, en el que todos hemos nacido y crecido. Aunque, dependiendo de la edad de la que hablemos, habremos vivido acontecimientos diferentes que habrán marcado nuestros pasos.
En una frase, esa es la primera esencia que vais a encontraros en esta novela hecha de historias. Porque, si bien es cierto que la experiencia de narración más corta de la autora se palpa en cada capítulo, donde nos habla un personaje diferente desde una época distinta, todas esas historias finalmente tienen uno o mil hilos en común que entretejen el paisaje de fondo de la familia Landeiro, el pilar de la narración, y todos los que se fueron uniendo a ella como es el caso del padre de la protagonista, Cecilia. A través de las vivencias e historias de sus antepasados, desde sus tatarabuelos hasta un presente situado en 2007, Marieta Alonso nos cuenta lo acontecido a ambos lados del Atlántico, tanto en Cuba como en España, hasta llegar a ese instante.

Cambios políticos, guerras entre hermanos y a veces sólo por pura codicia del que está más arriba; pero también rituales, misterios indígenas, color y tradiciones de esa isla a la que ahora la gente de España parece que sólo va por la playa de Varadero y el Capitolio de La Habana. En el escenario cubano y menos conocido por nosotros, lectores españoles, se nos muestra un mosaico de color y genética que, según se transmite por las palabras de Cecilia en su diario, se aprendió a respetar muchas décadas antes que aquí.
Por cierto, como anécdota diré que por fin he entendido lo del «Cañonazo de las nueve» que siempre escuchaba en una de mis canciones favoritas de Orishas, «537 Cuba» Siendo fan del grupo reconozco que hay cosas de la cultura cubana y la situación de los últimos años que ya me sonaban 🙂

Por otro lado, reconozco que sólo hay una cosa que me ha resultado incómoda a la hora de leer -aparte de la falta aparente de tiempo durante este segundo confinamiento que nos aqueja a todos los que disfrutamos de la lectura, no sé por qué-, y ha sido quizá el formato del libro en papel. Por alguna razón, me ha parecido que las páginas eran más anchas de lo normal, con lo que cabía como más texto de lo habitual; aparte de que diría que la fuente no es la habitual en la que suelo leer (Times New Roman) y al principio la extrañé un poco.
De cualquier manera, reconozco que en cuanto me prometí a mí misma que encontraría rato para leer, he seguido adelante y he llegado a estar varias horas seguidas pasando páginas con él entre las manos. Los personajes atrapan, los paisajes enamoran y enternecen a partes iguales, y a pesar de los posibles cambios verbales y falta de guiones de diálogo que podáis encontrar, que hay alguno que otro, descubriréis que no termina de impedir la lectura en ningún momento en cuanto te acostumbras. Es, simple y llanamente, parte del libro y de la historia. Además, es muy curioso que en algunos pasajes del libro te encuentras fotos de los distintos sitios que mencionan en los capítulos, tanto de Cuba como de España. Y, por cierto: apto tanto para los que gustan de leer tercera persona como los que les gusta leer en primera (hay muchas cartas y muchos fragmentos escritos estilo diario).

Como únicos spoilers, diré que con el final casi lloro un poquito al leer la despedida de Isabel y la marcha final de Jaime, cosa que casi me hace dejar la lectura por no anticipar lo que estaba por venir. Aparte, conociendo a Marieta como la conozco, era como si cada una de las palabras de Cecilia me viniese susurrada en forma de cuento por ella, así que se me hacía mucho más difícil superar algunas escenas algo más duras.
Lo dicho: si os gusta la crónica realista, algo costumbrista y a la vez muy bien trabajada, tanto que te hará casi ser parte del escenario de cada capítulo y llegar a conocer a todos los personajes por su nombre, esta historia es para vosotros. Ah, y en cuanto a la cantidad de personajes, que no haya pánico: tenéis un glosario completito al final del libro.
Con todo esto, le pongo un 4.5/5 y espero vuestros comentarios debajo de la entrada misma, sobre qué os ha parecido. ¡Nos leemos y feliz mes lector! ❤ ¡Se os quiere!
Imágenes: IStock & Gtres, vía Viajes National Geographic