¡Buena tarde de nuevo, brujis! ¿Cómo empieza esta nueva semana? Espero que bien. Yo, por mi parte, os traigo una nueva reseña cinéfila de la mano de Disney y su nueva plataforma digital de contenido, «Disney +». Una película basada en una conocida serie de novelas de mi infancia. ¿Vamos a por ello? 🙂
La familia de los Fowl siempre ha estado envuelta en un extraño misterio. En concreto, todo el mundo sabe que Artemis Fowl Sr., el actual señor de la casa Fowl, es un enamorado de las reliquias y los tesoros antiguos. Lo que muy pocos saben es que esos tesoros, por regla general, tienen muy poca relación con el mundo terrenal. Un testigo que pasará a su hijo, Artemis Fowl Jr., cuando el Sr. desaparezca en extrañas circunstancias. ¿El objetivo del joven heredero? Encontrar y proteger a toda costa un extraño artefacto feérico cuyos efectos serían desastrosos en malas manos. ¿Quién alcanzará antes su objetivo?
RESEÑA

Muchos de vosotros, antes o después, os habréis cruzado con la conocida saga «Artemis Fowl» escrita por Eoin Colfer. Yo, personalmente, recuerdo haber visto los libros mil veces en estanterías de librerías cuando era pequeña. Aunque, es cierto, no he tenido opción de leerme nunca las novelas.
Por ello, cuando supe que el primer tomo iba a ser adaptado al cine, dije: «¿por qué no darle una oportunidad por fin?». Y a ello me puse.
Sin embargo, a pesar de ser una historia de las que podrían gustar a cualquier fan de la fantasía y la acción juvenil, narrando las aventuras de un prepotente muchacho de 12 años que, sin embargo, vale todo lo que hace por tener una inteligencia superior a lo normal, admito que la adaptación a cine les ha quedado, digamos… Bastante pobre.

Empezando quizá por lo más atractivo que tiene la película, podría ser el plantel de actores: tenemos a intérpretes de la talla de Colin Farrell, Judi Dench o Josh Gad (sí, el último LeFou de «La Bella y la Bestia» o el simpático-cansino Olaf, de «Frozen»). Por otra parte, como ya ocurrió con Harry Potter y otras del estilo, tenemos presentación de nuevas promesas como Ferdia Shaw (Artemis Fowl Jr) o Lara McDonnell (Holly Short). En este caso, lo admito: no sé si porque el director es Kenneth Brannagh, pero aprecio que hayan puesto a actores británicos en papeles ambientados en algo que parece más Inglaterra que Estados Unidos (aunque la producción, por lo que he cotilleado, sí es norteamericana).

Si seguimos bajando un poco en los escalafones, los efectos especiales no están del todo mal y los CGI de fondos, e incluso los de hechizos, portales y similares, tienen un pase. Sin embargo, la cercanía mata del todo a esta película en ese sentido. El gigante-troll de la lucha final parece que está mal hecho a propósito; las plataformas e interiores del reino de las hadas parece, lo siento, el interior de una atracción temática de Disneyland París o un Cortylandia madrileño a gran escala. Os juro que, en ningún momento, me sentí transportada a ningún sitio especial cuando enfocaban ese supuesto reino fantástico subterráneo. Terrible.
Por otra parte, los atuendos, salvo cuando les meten algún efecto de CGI, parecen en su mayoría de obra de teatro de colegio. Vale que estés haciendo una película más orientada a público infantil, pero Harry Potter también lo era y le echó más caché al asunto, siendo 2001. No sé…

La escena del ataque del troll a la boda, otra que tal baila: vale que había que incluir al troll de alguna manera, pero no he visto ejecución escénica más cutre en mucho tiempo, señores. Pobrísimo todo.
Aparte, se supone que el mundo feérico tiene muchísimo trasfondo. ¿Dónde está? Apenas te cuentan cuatro pinceladas y te meten a casi todos los personajes nuevos con calzador. No hay vínculos, el espectador no empatiza… Solo hay acción, movimiento e intercambios entre Artemis y las hadas que parece que es que les costaba hacer escenas decentes. Todo corriendo. Todo con prisas. Vamos a sacar las armas y el CGI barato que perdemos dinero, gente. No puede ser esto.

En resumen, diría que esto solo refuerza mi opinión más reciente de las obras Disney, sean originales, adaptaciones, secuelas, precuelas o spin-offs. La frase «conseguir dinero fácil a cualquier precio» es lo que parece primar por encima de cualquier otra cosa, incluso del posible esfuerzo de los que ejecutan la película por detrás, en lo que no se ve. Digamos que es como si Disney hubiera renovado toda la plantilla salvo la que interesa y lo hubiese llenado todo de becarios novatos y sin idea de lo que la compañía ha sido durante casi un siglo. Muy triste, pero es así. No veo nada en esta película que me dé otra opinión posible.
Por todo esto, diría que la película se merece un buen 1.25/5, calificando con bastante dolor porque, sinceramente, me esperaba algo bastante mejor.

Si habéis visto la película y queréis opinar sobre ella, no olvidéis seguir el blog y comentar aquí debajo 🙂 ¡Gracias siempre! ¡Se os quiere!
❤
Desde luego, la cosa no pinta bien. Tendré que verla para juzgar, pero… Solo me leí un libro de Artemis Fowl, hace mucho tiempo, y tampoco lo recuerdo como una maravilla. Su adaptación no será mejor… xD
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja pues chica, debe ir en la saga, porque yo jamás he puesto una nota tan baja a una película en el blog (aunque me temo que no será la última… Ejm ejm)
Me gustaMe gusta