¡Buenos días un viernes más, cinéfilos! ¿Qué tal la Semana Santa? ¿Ya habéis recargado pilas?
En mi caso, aunque me tocaba trabajar de tarde, el viernes pasado por la mañana aproveché a ir con un amigo a ver esta peli que, reconozco, no tenía especial intención de ver en el cine. ¿Que por qué? Sencillo: a pesar de que cuando era una canija tenía todos los muñequitos de los Power Rangers (sí, esos que se les cambiaba la cabeza por el casco y viceversa), de la serie original debí ver como mucho un capítulo, hasta donde alcanza mi memoria.
En esta entrega cinematográfica, el equipo de Jason, resucitado por accidente en el cuerpo de cinco adolescentes tras la caída de los últimos portadores de las «monedas» en el período cenozoico, se verá obligado a impedir que un antiguo miembro del equipo original, una traidora de nombre Rita Repulsa, consiga por fin su objetivo: arrancar el cristal de vida de las entrañas de la Tierra y provocar la muerte de toda vida en el planeta.
Entonces, la pregunta clave: ¿por qué acepté ir a verla? Por varios motivos:
- Crecer con los Power Rangers: vamos, hombre. Eran esos muñequitos con los que jugábamos en el patio del recreo, los sup
erhéroes de mi infancia que todos queríamos ser si se trataba de jugar «en vivo». Cosas que pasan, a mí siempre me tocaba ser Kimberly (la rosa) porque los niños de mi grupo no querían (ni siquiera las chicas). Eran épocas antes de las consolas portátiles y los móviles, donde la imaginación era el único motor de nuestros juegos. Vieras la serie o no, los Power Rangers estaban en boca de cualquier crío. - El reparto: sobre todo, las chicas. A la nueva Kimberly (aunque
inicialmente pensé que sería Trini) la tenía fichada desde hace tiempo. Pista: película Disney y musical. ¿High School Musical? No, seño
res. «Lemonade Mouth». Naomi Scott. Y cuando d
espués descubrí quién era Trini, ni más ni menos que Becky G, la cosa se puso todavía mejor. En los chicos ni me fijé, lo admito, aunque me he sentido muy mayor cuando he sabido que el que hace de Jason tiene cuatro años menos que yo pero no los aparenta (llanto desconsolado). Eso sí, Elizabeth Banks desprendiéndose de la peluca de Effie Trinkett y cambiando los vestidos de cupcake por los tatuajes de oro de Rita Repulsa… Puntazo a favor de la película. La mala. - El cambio de roles: si lo recordáis, en su día cada Power Ranger era, digamos, étnicamente diferente. Solo que en este caso, el Power Ranger «negro» ha dejado de ser… el «negro». Ahora, Billy es afroamericano y porta la
armadura azul, mientras que la armadura negra recae en el miembro asiático del equipo. Entonces, ¿qué pasa con Trini? Ahora es latina (y tiene otra sorpresa escondida en cuanto a personalidad que no desvelaré pero que me parece un punto interesante en esta nueva versión), como lo fue el Jason de la serie original. Kimberly tiene ascendencia hindú y el rol caucásico le ha tocado al jefe de la banda. Me parece algo interesante el hecho de que desde siempre haya sido un equipo tan diverso y a la
vez tan bien compenetrado. O, al menos, es lo que tienen que llegar a ser para alcanzar la Metamorfosis.
Ah, y por cierto, para los fans originales: como diría Repulsa, salen los «dinocoches». Ahí lo dejo.
Considerando que es una película simplemente de acción y superhéroes con muchas tortas y muchos efectos especiales, viéndola como tal, yo le daría un 3,75/5. Tiene sus defectillos, pero si sabes lo que vas a ver, la disfrutarás casi desde el minuto uno.
¡Hasta el próximo viaje, aventureros!
El Rincón Escritor de Paula 