¡Feliz viernes una semana más! ¿Qué tal la resaca halloweenera? ¿Bien? En mi caso sí, ya que ese mismo día aproveché a ver una de esas películas que esperas durante meses, desde que sabes que va a salir y solo por la trama y el cartel (lo admito, no he leído los cómics, pero entenderéis mi fangirleo dentro de unas pocas líneas).
“Señor Strange”. No. “Doctor Strange, Stephen Strange”. Esta es la historia de un neurocirujano neoyorquino con una habilidad fuera de lo común para salvar vidas y un ego del tamaño del Empire State. Sin embargo, el día que un accidente de tráfico le deja con las manos casi inservibles y un mundo de gloria derrumbado a su alrededor, el célebre doctor Strange comenzará una obsesiva búsqueda del remedio que le permita volver a su vida anterior. Pero su llegada a Kamartaj solo será el primer paso de algo que jamás habría podido imaginar…
Reseña (con spoilers)
¿Sabéis ese momento en que alguien te dice “oye, es víspera de festivo y hay sesión a las 12 de la mañana para ir a ver Dr. Strange, ¿tienes algo que hacer?” y dices: “sí, por favor, estoy deseando ver esa película”. En ocasiones sucede, por azares del destino, que llegas con unas pretensiones a la sala del cine y te pegas el batacazo porque la película es de todo menos lo que prometían trailers y carteles. Bueno, relajaos: en este caso, mis expectativas se cumplieron casi al 100%.
Sin haber leído los cómics pero siendo fan de Marvel, debo destacar la trama por encima de todo. ¿Una aficionada a las tramas de magia y hechicería desde su más tierna infancia… descubriendo que eso también existe en el universo de los superhéroes, cuyas películas ha visto casi en su totalidad? Puntazo a favor.
Segundo y en dos palabras: Benedict Cumberbatch. Y es curioso porque, aunque parece que sus papeles siempre derivan de una misma fuente como es su interpretación de Sherlock Holmes en la serie Sherlock (BBC), creo que le pasa algo similar a Robert Downey Jr: mismo prototipo, mil matices que aportar frente a la cámara. Es de esos actores que nada más aparecer y sin abrir la boca es capaz de comerse la pantalla y hacerte reír, llorar o emocionarte en cada fotograma. Stephen Strange es otra de sus formas de demostrar que tiene potencial de sobra para optar al galardón que quiera. Otra de las joyitas que da últimamente el cine británico (con el perdón de Eddie Redmayne, claro) 😉
Tercero, efectos especiales y trasfondo: como ya comenté en la reseña de Warcraft, lo de que me pongan conjuros con fogonazos de colores y figuritas en el aire es algo que me pierde ver en la gran pantalla, especialmente en películas de personas. Puesto que no desentona un ápice con el entorno ni distorsiona como hacen algunos efectos de producciones recientes. Además, la forma de usar la mente, los chakras y las energías místicas de la “secta” (como la llama Rachel McAdams) de los hechiceros da una vuelta de tuerca más a las posibilidades de la magia en el cine fantástico. Por cierto que ya me mataron del todo cuando mencionaron la “gema del infinito” y lo relacionaron con el resto del universo Marvel. Intuyo que al final de todo este periplo, acabarán unidos todos en un mismo rodaje. La cuestión es… ¿será en amor y compañía o morirán todos? 😛
Por último y para rematar con una pequeña pega, reconozco que en alguna escena se me hizo lenta e igual los antecedentes resultaron un poco lentos (escenas graciosas y curiosas aparte, que hay unas cuantas. Y si no, que se lo digan a Beyoncé :P)
Por todo esto, creo que finalmente voy a ponerle un 4.25/5 y espero veros en la próxima 😀 ¡Feliz fin de semana!
Definitivamene hay que verla
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Me gusta la reseña. Seguro que la peli también, gracias
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