¡Buenas, amores! ¿Cómo estáis, como termina agosto? Por aquí, como veis, muuuuy ocupados. Y es que se nota que el confinamiento empieza a quedar un poco atrás y las ganas de volver a leer y a hacer cosas renacen como el ave fénix. ¿Leemos un poco entonces? 🙂
Nerea ha dejado de creer en el amor. Después de descubrir que su ex novio Íñigo sólo quería estar con ella para vivir a su costa, la joven no se cree capaz de volver a enamorarse sin sufrir de nuevo. Por otra parte, Hugo es todo un seductor. Trabajando como animador en el hotel Villa Magic de Gandía, todas las mujeres parecen estar a su disposición aunque sólo sea para disfrutar una noche o dos de su compañía. Lo que ninguno de los dos sabe es que, el día que sus vidas choquen, Hugo y Nerea descubrirán un nuevo universo más allá de sus propias barreras interiores que los obligará a tomar una decisión sobre sus vidas futuras. ¿Qué será lo que termine de decantar la balanza entre dos polos opuestos que parecen destinados a atraerse con toda la fuerza del universo? Sólo el tiempo, y los tres meses de vacaciones de Nerea y sus amigas en el Villa Magic, podrán dar una respuesta a esa pregunta…
RESEÑA
Esta es una novela que, confieso, llevaba bastante tiempo en mis estanterías y no por falta de ganas de cogerla. Como sabéis, el confinamiento ha sido bastante duro y complicado en cuanto a tema lecturas y por ello muchos de los volúmenes de mi casa han seguido a la espera de ser devorados.

En el caso de «Despiértame con un beso», recuerdo que es una novela que compré a Clara Álbori dedicada cuando ya no era parte de Tombooktu Libros y estaba la mujer en proceso de liquidación de ejemplares. De hecho, creo que ha cumplido con su promesa de no volver a publicarlo después de romper con la editorial; así que, para bien o para mal, este es un ejemplar especial.

Por otro lado, sabéis que la romántica-erótica-chick lit nunca ha sido en especial mi género de cabecera. De hecho, creo que incluso me esperaba otro tipo de novela aun sabiendo un poco el género en el que se movía. Pero lo primero que tengo que confesar es que no esperaba leerlo en menos de una semana ni, de paso, reírme tanto con las aventuras y desventuras de Nerea y compañía.
Poniendo un pequeño toque amargo y de aviso, quizá, para los más exigente, debo decirlo: es posible que, de entrada, el estilo a alguno le eche para atrás. Sí, no es un libro perfectamente escrito, no es un Tolkien ni un Saramago; pero, de cualquier forma, es de esas historias que al final el estilo pasa a un segundo plano. Tampoco tiene erratas fuertes ni faltas de ortografía flagrantes, más bien todo lo contrario, y quizá peca de alguna coma fuera de sitio o que debería estar y no está. Pero, reitero: a medida que avanzan las páginas es algo que puede llegar a daros igual. Y los que me leéis sabéis que soy exigente, así que… Creo que en este caso puedo dar un «salvado» en este aspecto.

Por otra parte, aunque es cierto que al principio Hugo y Nerea cuando se encuentran parece que tienen doce años en vez de veintiocho y veinticinco, respectivamente, y los diálogos son de decir «pero ¿qué narices es esto?», a medida que evoluciona la relación parece que la cosa se va estabilizando un poco. Tampoco os esperéis una trama filosófica sobre el sentimiento y el amor, puesto que esa no es esta novela. Yo diría que es una historia que hay que tomarse con naturalidad, con la misma frescura y desenfado que se lo toman los personajes sean protagonistas o no. Sí que es cierto que de vez en cuando hay cosas que dices «bueno, podrían explicarlo un pelín mejor» o «pero ¿cómo le dices eso a ese personaje que se supone que era un secreto delante de un extraño?», pero lo consideré pasable para centrarme en la relación de Hugo y Nerea que es lo que de verdad engancha y tiene fuerza en este caso.

Eso sí, una cosa que me ha ejado un poco fría: el tema de los intercambios erótico-festivos. Vamos a ver, vamos a ver… Dos adultos que saben lo que es acostarse con alguien, cuando al principio del libro se ha criticado que un chico sólo quisiera «entrar y salir» y se le ha calificado de nefasto… Y ¡Hugo y Nerea hacen poco más! ¿Dónde están esos famosos preliminares -salvo en la escena de la discoteca que en fin, tampoco me quedó del todo claro ni me resultó satisfactorio 100% 😛 -? Muy poca diversidad veo yo aquí, pero bueno…

Y otra cosa que me rompió un poco la lectura cuando se planteó fue todo el asunto de la madre de Hugo, lo comento a modo de detalle. Pero reconozco que después de lo ágil que avanzaba todo, meter esa parte de drama y tensión a bote pronto me dejó un poco de «uf» en el cuerpo. No sé cómo explicarlo. No la sensación de querer dejar la novela, pero el hecho de decir: «me lo saltaría para volver al lío de verdad».

Por lo demás, lo dicho: es una novela fresca y veraniega ambientada justo donde estuve yo de vacaciones, en la Playa de Gandía, y con un tono de humor desenfadado que la verdad es que ayuda mucho a avanzar en la trama de forma más o menos rápida, sobre todo si lo coges en épocas de tener tiempo para leer. Que no es una novela muy larga, pero para no perderle el hilo y poder leerla del tirón.

Por mi parte, le pongo un 3/5 y tengo ganas de saber cómo ha evolucionado la autora en su escritura desde esta primera publicación en 2015, así que seguramente volveréis a oír hablar de ella en el blog. ¡Muchos besos y no olvidéis darle a la estrellita si os ha gustado la entrada! ❤ ¡Os quiero!
