¡Buenas, lectores cinéfilos! ¿Qué tal va todo? ¿Listos ya para las merecidísimas vacaciones? Nosotros por aquí de momento no paramos, y eso posible que en agosto nos tomemos apenas quince días de asueto porque los estrenos y las novedades no paran de llegar a nuestras pantallas, sea televisión, cine, PC o ebook :O
Dentro de toda esta vorágine, desde luego una de las primeras entregas que os traemos es la última aventura de Disney, estrenada hace cosa de un mes en Disney + y algo más en salas de todo el mundo. ¿Nos adentramos en Kumandra? 🙂
Desde que el mundo es mundo, los humanos y los dragones han compartido el espacio en más o menos armonía. Sin embargo, la codicia es un rasgo inherente a los humanos que a veces crece demasiado, llevando a la especie a luchar unos contra otros por diferentes motivos. Cuando estas acciones provocaron la llegada de los Druun, espíritus devoradores de vida que convierten a todo animal o humano que tocan… En piedra. En un esfuerzo desesperado por salvar a la humanidad, los dragones decidieron hace siglos entregar el último remanente de poder a la joven dragona de agua Sisu, que se sacrificó en pro de que el mundo pudiese seguir en pie. O, al menos, eso es lo que dice la leyenda. Ahora, la gema de Sisu que protegía Kumandra desde el territorio Corazón se ha roto por culpa de una sucia traición. Y la joven princesa Raya, traicionada y sola, tendrá que tomar la decisión de salir a buscar a Sisu basada en una lejana leyenda. ¿Será cierto que duerme al final del río y puede retornar? Sólo hay una forma de averiguarlo…
RESEÑA
Raya y el último dragón, como comentaba, ha sido la última obra de Disney en salir a la luz en formato película. Una cinta bastante esperada por diferentes motivos que analizaremos en la siguiente reseña. Pero, ya os lo digo y desde el mejor sentimiento… Nada que ver con el marketing preliminar de Disney. Vamos a ello.

La historia de Raya, primero de todo, es una trama ambientada en un ambiente que es cierto que Disney no había explorado hasta ahora: el sudeste asiático. Según su misma comunicación, «les faltaba una princesa de esa zona del mundo». Pero, cuál no fue mi sorpresa cuando comprobé que, en vez de ambientarlo en una época histórica real de nuestra Tierra… ¡Se habían inventado un mundo nuevo «con reminiscencias del sudeste asiático»! Ahí tuve un pequeño chasco pre-estreno de la película, no voy a mentir. Me dio la impresión de que me vendían una cosa y me presentaron otra, pero bueno. Al final, resultó que Kumandra era un mundo muy bien montado con sus estructuras políticas y sociales, donde se promueve una sociedad igualitaria donde mujeres y hombres pueden tener las mismas oportunidad, al menos en la mayoría de territorios.
Por otra parte, está la publicidad hecha desde el primer momento por la propia dobladora de Raya, Kelly Marie-Tran (sí, muchos la recordaréis como la «malograda» Rose Tico de las secuelas de Star Wars), argumentando que «a ella le hubiese gustado crecer con historias así, de mujeres fuertes e independientes». Con perdón, esta señorita tiene un año más que yo y aquí servidora se tragó «Xena, la princesa guerrera» y «Buffy Cazavampiros» en su infancia y adolescencia sin pestañear. Si me apuráis, incluiría «Totally Spies», «Mulán», a Esmeralda de «El Jorobado de Notre Dame» o a «Megara» de Hércules también como ejemplo en esta lista, cada una con sus fortalezas y virtudes.
No sé… ¿Acaso no crecimos en el mismo mundo occidental? Hasta donde sé, ella nació ya en California tras emigrar sus padres desde Vietnam… Quiero decir, creo que las series tuvieron que llegarle seguro, de alguna manera, igual que a mí. Lo que quiero decir es que ya en aquella época, las protagonistas o co-protagonistas femeninas fuertes existían, sólo había que buscar un poquito y a veces ni eso… Pero, como sucedió con Wonder Woman hace unos años (la de Gal Gadot, no la original de los años cuarenta), donde se anunció que «por fin había una superheroína fuerte y ejemplo para todas las mujeres». Disculpadme la brusquedad, pero «no».

En cualquier caso, la cuestión es que de nuevo el marketing de Disney vendió la película como «ejemplo feminista y reivindicador de las mujeres fuertes» y mi sensación, desde la mejor disposición, fue la de estar viendo una nueva historia sin tantas pretensiones donde una mujer fuerte, efectivamente, y resolutiva podía llevar a cabo una misión para salvar a su mundo sin que nadie se lo dijera. Por cierto, me gustó más su antagonista Namaari 🙂 Tiene como más gancho con ese estilo de pelo rompedor y las habilidades luchadoras de Colmillo. No sé, yo siempre creí en ella, tengo que confesar.

En cuanto a la trama, como decía, es una historia sencilla, de aventuras, de amistad, de colaboración y, sobre todo, de «confianza». Ese es un mensaje que me ha gustado mucho de la película, casi tanto como su transmisora. La buena de Sisu creo que es el mejor personaje de la película sin duda, además de que la voz de cazallera de Awkwafina en inglés le daba como un cierto aire cascado, pero sin estarlo. Era una combinación muy curiosa. Aparte de que para los occidentales, por supuesto, es extraño ver dragones como los han concebido toda la vida en el Este de nuestro mundo… Ni alas, ni escamas. ¿Alguien recuerda a Musu de la Historia Interminable? 🙂 Pues eso.
En conclusión, salvando la «publicidad engañosa» Disney, creo que es una película entretenida que merece la pena ser vista, sea por hombres o mujeres, mayores o pequeños. Lo importante con lo que quedarse yo creo que más que lo que se ve, es lo que subyace en la trama y en la historia.
Mi nota es un 3.75/5 y esto es todo por el momento. Os espero en la próxima entrada y ¡no olvidéis comentar lo que os ha parecido! 🙂 ❤ ¡Se os quiere!

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