¡Hola a tod@s, seriéfilos! Lo habéis pedido, aquí está. Gracias a tod@s por contestar a la encuesta de Twitter eligiendo esta reseña como el siguiente «Viernes de series» del blog 🙂 ¡Espero no defraudaros!
Bojack Horseman. La gran estrella de la televisión de los 90. «Horsin’ Around» fue, sin duda, la gran sitcom de moda durante años. Pero, ¿qué ocurre cuando la moda se acaba? Cuando los años pasan y la fama se ha asentado en tu cabeza -o, más bien, solo se dedica a crear fiestas salvajes plagadas de drogas y alcohol en tus neuronas-, ¿cuál es el siguiente paso? ¿Hay trabajo más allá de esa «casilla» donde todos parecen situarte por ese papel de hace veinte años? ¿Queda algo de ti que sea salvable? ¿Cuántos errores puedes cometer en tu vida, o de qué gravedad, por «ser uno de esos famosos»? Esa y muchas otras son preguntas que Bojack, a lo largo de los años, se irá haciendo. Y la culpa de todo parece tenerla esa maldita de Diane Nguyen y su biografía sobre él… ¿Queda salvación posible para el gran showman de los 90… o es momento de echar el telón?
RESEÑA
- Una historia con reminisencias a Charlie Sheen
No vamos a engañarnos. Si alguien ha visto Bojack Horseman, de principio a fin -se estrenó hace unos añitos ya y este enero llegó a su sexta y última temporada-, notará ese regustillo a «vida y obra» del famoso y controvertido actor de Hollywood. De hecho, si alguien la ha visto en español, se percatará de que la voz de doblaje es la misma que la de Sheen en «Dos hombres y medio» Y no, para los que vais a preguntar: en este caso, el doblaje en inglés no es Sheen. Es Will Arnet.
2. El mundo de la fama
Como comentábamos en la sinopsis, esta es una serie que gira, sobre todo, en torno al «mundo del fama», particularmente el caso de Hollywood (USA). Y es que, sobre todo los
de mi generación… ¿Cuántos no hemos oído hablar de actores míticos de nuestra juventud en los 90-2000, en concreto de sitcoms famosas, que han acabado perdiendo un poco el norte y estropeándose por diferentes motivos? Y ya no hablo de Charlie Sheen y «Dos hombres y medio» -que yo siempre me quedaré más con su papel de Aramis en «Los Tres Mosqueteros», pero bueno…-; sino, por ejemplo, de Friends.
Tras el masivo éxito de esta serie, que aun hoy sigue cosechando nuevos seguidores y
tiene fieles que la ven una y otra vez… ¿Qué fue de los actores? Salvo Jennifer Aniston, que tuvo todos aquellos líos con Brad Pitt, matrimonio arriba, divorcio abajo… ¿Qué se sabe de los demás? ¿Papeles secundarios? ¿Realities? ¿Algún cameo? ¿Doblaje -el caso de David Schwimmer aka Ross Geller, haciendo la voz de Melman la jirafa en «Madagascar» de Dreamworks? Creo que Matthew Perry, en particular, tuvo algún que otro lío también con addicción a las drogas y cosas similares…
¿Coincidencia? Quizá sí, quizá no. La cuestión es que, quien más, quien menos, ha escuchado hablar de las vidas de excesos y búsqueda de mantenerse a flote como sea en
el duro mundo de la fama en la vasta industria del cine americana. Así que, en ese sentido, creo que a nadie le sorprenderá el tipo de trama que nos presenta la serie. Una estrella de antaño tratando de sobreponerse a un éxito colosal, pero temporal; para después seguir manteniendo un hueco aceptable en una industria y un mundo poblado de pirañas. Eso sí, todas escondidas bajo inocentes pieles de cordero para conseguir lo que quieren…
3. La crítica a la cultura actual
Como decía en la entrada anterior, vivimos en una sociedad -y cada vez más- acomodada en una cultura que cada vez es, con perdón, más efímera y casi de peor calidad. Todo el que quiere ser alguien, como diría alguien que conozco, vendería hasta a su madre por cinco minutos de fama. Y nada, NADA, termina siendo real. Al menos, nada que salte a la palestra de un día para otro como el mayor fenómeno del momento. Asumámoslo: nada perdura en pleno siglo XXI, sea música, cine, televisión o arte. Todo es rápido y, además, tiene que ser barato y un bombazo al mismo tiempo. La ansiedad
que este tipo de cultura provoca, señoras y señores, es digna de criticarse como lo hace Bojack Horseman. Si luego se puede salir de ciertas espirales de vicios, o no, lo dejamos al avance de la serie y del protagonista, que os aseguro que merece mucho la pena -capítulos de drogas duras arriba o abajo, que siempre hay uno por temporada-.
4. Las drogas y el camino a la perdición
Ya lo hemos mencionado en anteriores puntos. Pero, que quede claro, ¡es que es un punto clave de la serie! :O La relación de Bojack con las drogas es cambiante como una
montaña rusa a lo largo de toda la serie, teniendo picos de alto consumo y momentos donde tratará de dejarlas por todos los medios. De trasfondo, un pasado tormentoso en el que el protagonista apenas quiere pensar y del cual, por supuesto, las drogas y el alcohol -a veces juntos- lo obligan a evadirse. Bojack es un personaje que no quiere afrontar su pasado y prefiere quedarse con ese nombre que, según él, se ha creado desde los años noventa por sus propios méritos; en la creencia de que ese nombre le abrirá todas las puertas del cine como una llave mágica. Pero, como en todo, la vida no tiene atajos válidos para conseguir lo que merece la pena de verdad.
5. ¿Qué final merecía Bojack?
En este punto, ha habido muchas especulaciones a mi alrededor. ¿Merecía morir? ¿Merecía redimirse y volver a la luz? ¿Era posible acaso? ¿Debía acabar con Diane como
todo el mundo pensó que sucedería desde la primera temporada? ¿Debía retornar a la enseñanza? ¿Le dejarían recuperar una vida que parecía destrozada y recompuesta mil veces? ¿Afrontaría del todo su pasado, o se dejaría engullir por él?
En esta parte, no voy a hacer mucho spoiler, lo prometo. Aunque debo decir que, tras barajar varias opciones en mi cabeza, me convenció bastante la que escogieron como final. Y diría que una sola frase la resume: «La vida sigue. Vívela como creas conveniente y el resto del mundo hará lo mismo».
6. Personajes y cameos
Una de las cosas más destacables que también tiene esta serie es, precisamente, la presencia de cameos más o menos evidentes. Cameos con los que estoy 100% segura que los actores originales se lo pasaron bomba doblándolo, aunque pusieran a su «yo» de carne y hueso a caer de un burro. La que se lleva la palma en esto, sin duda, es Jessica Biel. ¿Habéis visto qué personaje le pusieron a la pobre mujer? Estoy segura de que en realidad no es tan así, pero madre mía…
Luego tenemos otros guiños más sutiles como, por ejemplo, la referencia a «Penguin
Random House» (editorial), o el productor/director Jon Turtletaub -cuyo alter ego es, en efecto, una tortuga, aunque el doblaje es J.K. Simmons, no el original-. O, saliendo de referencias conocidas, el hecho de que los paparazzi tengan cabeza de pájaro.
Oh, espera… ¿Lo había olvidado?
Pues, sí… Aquí en esta serie la gran característica que encontramos es que conviven humanos corrientes con, atención… ¡humanos con cabezas y atributos animales!
Por todo esto, cada temporada tiene varios Easter Egg en ese sentido que os animo a descubrir si no habéis visto la serie.
7. Trabajo de doblaje impecable
Sin duda, otro de los puntos fuertes de esta serie: el doblaje. Sobre todo porque, aunque no nos percatemos, a muchos de los actores que están detrás de los dibujos los conocemos. ¿A Alguien le suena Aaron Paul (Breaking Bad)? Pues ese solo es un ejemplo.
Esto, por supuesto, si os animáis a verla en versión original. Cosa que, confieso -aparte
de mi habilidad con el inglés- merece M.U.C.H.O. la pena. MUCHO. Y te sorprendes al encontrar actores que no esperabas detrás de un doblaje y descubrir que, ¡oh, sorpresa! Saben hacerlo. Y ya sabéis que yo el doblaje en inglés lo defiendo más bien poco, que a veces son un poco torpes depende de en qué… (ejm, anime en inglés… argh).
Por cierto, si queréis reconocer a alguna voz de entrada, Will Arnet (Bojack) era Batman en la «Lego Película» y Alison Brie era Trudy Campbell, la mujer de Peter («el trepa») en Mad Men. ¿A que nadie se lo esperaba? Pues creo que dobla a cuatro personajes o cinco y no se nota que es ella, así que con eso os digo todo…
8. Reflexión:¿Se deja en algún momento de buscar la felicidad?
Para terminar esta reseña en (7 -Pecados- + 1) que cubre, por fin, toda la gran trayectoria de Bojack Horseman en Netflix y nuestros corazones, quiero hacer una breve reflexión sobre un asunto: ¿Qué es lo que nos lleva de verdad a ser felices? ¿La fama? ¿El reconocimiento? ¿Los que te quieren de verdad? ¿El trabajo bien hecho? ¿Tener tiempo para nosotros? ¿Disfrutar con las pequeñas cosas? ¿Aceptar la vida como viene y aprovecharla al máximo, que «son dos días»?
Son preguntas que, sin quererlo, he visto hacerse al personaje en mayor o menor
medida durante toda la serie. Las seis temporadas. Y puede que ni siquiera esos casi 150 capítulos de veinte minutos te lleven a una conclusión final sobre ello. Me parece que, cada cual, encuentra su propia respuesta al mirar a Bojack.
En cuanto al protagonista, alrededor de esa aparente espiral de autodestrucción en la que vive Bojack, giran muchos otros personajes, más o menos secundarios que evolucionan a la par, ascendiendo o cayendo más profundo que él. Estas relaciones, a mi modo de ver, también nos ayudan a ver un poco más desde todos los ángulos qué es lo que de verdad está sucediendo en la vida de Bojack, no solo su enfoque. Y, para mí, es uno de los grandes puntos a favor que te harán reflexionar y, a la par, querer esta serie como si casi hablase de alguien a quien conoces.
Por mi parte, solo decir que he disfrutado mucho de esta serie. Recordad, eso sí, que es para adultos (no para todos los públicos) aunque sea de ANIMACIÓN. Y que la única pega real que pondría es:
¡Señor Arnett, LOS CABALLOS NO PUEDEN VOMITAR! 😛
Mi valoración para esta serie sería de un 5/5 sin duda. Creo que es de lo mejor que se ha hecho últimamente y, para bien o para mal, de Netflix. Esta vez la plataforma ha hecho buen trabajo y buena apuesta.
¡No olvidéis dejar en los comentarios lo que os ha parecido! ❤ ¡Os quiero!
El Rincón Escritor de Paula 