El fin de semana pasada terminó una etapa de mi vida. Nueve meses. Como un embarazo. Solo que, en este caso, el “niño” ha sido una nueva titulación que añadir a mi currículum. Pero mentiría si dijese que solo es un diploma. Ha sido mucho más.
Todavía recuerdo el día que los ocho llegamos, procedentes de diversos rincones de España, a aquella aula donde nos esperaban Mar y Marta, nuestras profes de ese Postgrado en Fisioterapia y Rehabilitación Equina en el que nos habíamos inscrito. Yo confieso que aquella rama de especialización me había llamado la atención desde que hice un curso con ellas de un día sobre “terapia manual” en caballos. Siendo como soy amante de estos animales, que fueron el motivo principal de que estudiase veterinaria, pensé que podía ser una gran idea, que era el complemento que mis conocimientos clínicos necesitaban. Y, tras sopesar otras opciones, opté por matricularme con ellas.
En la primera clase, todos los recién llegados nos presentamos. Hola, soy Lorenzo, fisio, vengo de Asturias. Hola, soy Isabel, veterinaria equina, vengo de Galicia. Soy Fer, fisio, de Madrid, ¿qué tal?. Alberto, fisio, de Gran Canaria. Carmina, veterinaria, y Elena, fisio; ambas de Almería. Carlos, veterinario equino, Madrid. Y la menda, claro.
Confieso que a mi me engancharon desde la introducción. Cierto que hubo cosas muy muy buenas y otras probablemente mejorables, como en todo. Pero yo destacaría la tónica general: todos amigos. No había grupitos, nos llevábamos entre todos; comíamos, viajábamos a Fuente el Saz para las prácticas, reíamos y compartíamos juntos.
Probablemente muchos veterinarios piensen que la fisioterapia equina no sirve, no vale, no está estudiada… Puede que tengan razón, o no: el tiempo dirá. Pero desde luego, si alguien hace este postgrado y se encuentra un grupo como este con el que tuve el honor de compartir clase, tres cosas sí que se llevará: amistad, compañerismo y mucho amor por los caballos.
Gracias, profes. Gracias, chicos. Pase lo que pase, os llevaré a todos en el corazón ❤
¡MIL VECES GRACIAS!