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Viernes de series: Historias de los Jedi

🌞 Buena tarde, ratones 🐭. Lo sé, lo sé… Esta sección sí que lleva una buena temporadita en sequía 🌵, y pido mil perdones por ello 🙏. Como sabéis, reseñar series 📺 es de las cosas más complicadas 🤯, más cuanto más largas son ⏳, aunque en este caso estamos hablando de 1 sola temporada cortita 📉… Aun así, espero poder adentrarme en todos los detalles 🧐 que nos traen estas pequeñas historias 📖 de algunos de vuestros personajes favoritos 💫… ¡Que la Fuerza os acompañe! 🌌✨

SINOPSIS

Muchos no lo admitirán, pero la República ya estaba en crisis mucho antes de que llegaran las Guerras Clon. Después de muchos siglos de hegemonía mística absoluta, los Jedi han perdido el miedo a la oscuridad, a que vuelva a llamar a sus puertas. Se creen a salvo en la creencia de que los Sith han desaparecido, aunque las últimas palabras del difunto Qui-Gon Jinn profetizaran que en efecto al menos uno de ellos había resurgido. Y justamente el maestro de Qui-Gon, Dooku, empieza a plantearse muchas preguntas antes y después de la muerte de su aprendiz. La mayor esperanza, tras el alzamiento del Imperio, parece recaer en aquellos que han podido sobrevivir a la Orden 66… Dentro y fuera de la Orden. ¿Será posible devolver el orden y la paz a la Galaxia ahora que el «niño profetizado», Anakin Skywalker, ha caído en las garras del Lado Oscuro?

RESEÑA

⭐⭐⭐⭐

Esta es una reseña hecha por y para amantes de Star Wars en sus mejores facetas. Digo esto, de entrada, porque ya sabéis lo que opino de muchos de los productos Disney de la franquicia desde que surgieron las secuelas (Episodio VII, VIII y IX). De este nutrido grupo de… «cosas» decadentes, a cada cual más centrada en «complacer a unos pocos» que en «respetar el material» (regla principal de adaptar algo que no es tuyo, más si vas a ganar dinero con ello) es aquello tocado por Dave Filoni, especialmente cuando hablamos de animación 3D. En este grupo más selecto de «salvados» es donde incluyo esta serie.

En realidad, hay que decir que es una miniserie y si hay que ponerle una pega gorda, es que es muy corta. Demasiado. Te pone la miel en los labios y cuando vas a saborear, se acaba. Es cierto que quizá era el último coletazo anexo a «Las Guerras Clon», la serie en animación 3D que empezó Lucasfilm y terminó Disney con una última temporada hace un par de años. Una historia dividida en diferentes episodios para un mismo personaje, en arcos puntuales de su vida, que completan el puzzle que otras series podían dejar sin resolver.

Personalmente, la parte que más me ha gustado es la mitad centrada en el Conde Dooku. Ya no sólo porque el actor original fuera el difunto y grandioso Christopher Lee, que se apuntaba al bombardeo friki que fuera; sino porque es un personaje al que han conseguido mantener su esencia de principio a fin, y darle un peso emocional y equilibrante en esta serie con su lado más oscuro (Episodio II, Episodio III, Guerrras Clon) que dentro de lo «habitual», no alcanza el tufo de «cliché».

Y es que en estas historias te demuestran que hacer cosas que se han hecho toda la vida, y trabajar con emociones y pensamientos inherentes a la humanidad misma de los personajes, sean los que sean, funciona. No hay que romperse la cabeza, ni forzar situaciones ni poner personajes de cartón piedra para «ilustrar». Basta con fijarse en el día a día, y cómo la gente actúa, piensa y reacciona. Habrá gente menos visceral, con la mecha más larga o más corta, con más paciencia o menos y con más o menos capacidad analítica para tomar decisiones que condicionarán toda su vida. Pero, señoras y señores, dejemos de pensar que por ser fantasía o ciencia ficción eso no aplica. Aplica, aporta, y enriquece. Lección 1 de creación de historias.

Respecto a la parte de Ahsoka Tano, no voy a decir que no le tengo cariño, pero la conocemos todos. Hemos visto su crecimiento en Las Guerras Clon, su evolución en Star Wars: Rebels, incluso ahora tiene su propia serie. Es un personaje que dentro de la escala de grises que aprendió de Anakin, es bastante blanco y transparente. De hecho, en «El Mandaloriano» y «Ahsoka» la han suavizado hasta el punto de que parece un nuevo Obi-Wan Kenobi en algunos casos. No es la «chulita» que todos aprendimos a querer en las Guerras Clon.

Por supuesto, los personajes evolucionan, cambian, perfeccionan, cometen errores y a veces se sacrifican. Pero en esta serie en concreto, Ahsoka no hace demasiado siendo honestos. Es una parte de su vida tras la muerte de Padme buscando la forma de sobrevivir y empezando a ligar con un posible futuro en las sombras de la Rebelión, pero poco más. No se me quedó especialmente grabado en la mente, salvo quizá el episodio de cómo descubrió sus poderes siendo un bebé. Ese fue muy tierno y bonito.

Eso sí, debo decir que incluso siendo «Star Wars» y diciendo «aquí tiene que haber batallas y tal», no se echa en falta. Es un ejercicio de más introspección y análisis de los personajes, que no hace tampoco que la trama sea más lenta, que grandes peleas o acción. En ese sentido, me recordó a algunos arcos de las Guerras Clon que tenían el mismo aire, ayudando también al espectador a conectar con los personajes (algo muy importante).

Así que, lo dicho: si os gusta el trabajo de Filoni y aún queréis permanecer algo fieles al «producto» Star Wars tal y como es ahora, os aconsejo echarle un ojo que además 7 capítulos de 20-25 minutos se pasan volados en una tarde de sofá y mantita. Espero que os haya gustado la reseña, como siempre, y no dudéis en comentar qué os ha parecido (la reseña o la serie, me valen ambos :P ) y seguir mis redes sociales para no perderos nada. ¡Se os quiere!

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