Viernes de series: Community

¡Hola, brujis! ¿Cómo arranca septiembre? Sin ganas de cole y curro, imagino 😦 Por ello, para animaros un poco, aquí os traigo la reseña perfecta para la vuelta al cole… Bienvenidos… Al «Greendale Community College» 🙂

Jeff Winger cree que su vida, en este punto, no puede caer más bajo. Tras haber sido uno de los abogados más reputados de la región durante años, un pequeño desliz y la revelación de su peor secreto profesional han conseguido dos cosas: una, que pierda su trabajo. Y dos… tener que sacarse un título universitario en la Universidad Comunitaria del condado. Sin embargo, Jeff hará lo posible porque la estancia sea lo más rápida y «fácil», para poder retornar a su antigua vida cuanto antes. Lo que no espera es que Greendale Community College esconde más de uno y dos secretos que, de una manera u otra, podrían cambiar su vida para siempre… Y todo empezará con un falso grupo de estudio de español 101.

RESEÑA

Bueno, bueno, bueno… Pues tras la sinopsis, como siempre, arrancamos con la revisión y, en este caso, vamos a hacerla como mencionan en la serie… «en 6 temporadas (puntos) y una película (extra punto)»

• Los dos primeros capítulos engañan…

Lo reconozco: esta no es la primera vez que intento ver Community. De hecho, cuando me la recomendaron hace unos años y me puse el primer capítulo, dije: «¿Qué narices es esto? Vaya patochada de serie».

Sin embargo, hace unos cuantos meses, esta comedia moderna universitaria regresó a las pantallas de la mano de Netflix y, esta vez, digamos que me dejé convencer un poco más. Eso sí, los primeros dos capítulos, igual que la última vez, me resultaron casi absurdos.

Y cual no sería mi sorpresa, damas y caballeros, cuando… ¡las predicciones que me habían hecho se cumplieron! A partir del tercer capítulo, es como si los pilotos casi quedaran olvidados y se creara una nueva serie; esta vez, bastante recomendable por los motivos que desglosaremos a continuación.

• El reparto desde la primera hasta la cuarta temporada

En esta serie, sin duda, hay seis personajes principales (con adiciones puntuales de protagonismo de otros personajes): Jeff, Britta, Annie, Shirley, Abed, Troy y Pierce. Estos seis actores y actrices son los que, capítulo a capítulo, broma a broma y situación a situación nos adentrarán en los pasillos y la vida cotidiana de Greendale. Durante varias temporadas -no todas- les veremos evolucionar, crecer y convertirse en personajes más maduros de lo que entraron, incluyendo al díscolo Jeff.

Sin embargo, es cierto que, a partir de la quinta temporada, hay algo que cambia. Por lo que sé, hubo problemas en el set de rodaje en su momento que desembocaron, por ejemplo, en la expulsión de Chevy Chase (Pierce) de la serie y la posterior retirada, creo que voluntaria, de Donald Glover (Troy) por problemas de racismo en el plató procedentes del citado Chase. Si veis las cuatro primeras temporadas, en efecto, el personaje de Pierce es el mayor antagonista social que te puedes echar a la cara: racista, homófobo, misógino… Lo tiene todo, no nos vamos a engañar. No obstante, duele un poco ver que, en el fondo, no era una cuestión del personaje. Es que el actor, de por sí, era así.

A partir de la quinta temporada, como digo, se intentó suplir la falta de ambos personajes con otros, ya fueran conocidos de antes o no. Sin embargo, diría que ni siquiera el bueno de Ben Chang, ex profesor de español y maníaco que –spoiler- intenta destruir la escuela literalmente, consigue devolverle la chispa a una serie que comenzaba ya su declive.

• Los temas que se tratan (cuando aún se podía…)

En el punto superior hemos comentado la parte mala de los temas sociales que se sacan a colación en la serie: racismo, xenofobia, misoginia, homofobia… Sin embargo, también es cierto que, aparte de los «chistecitos» de Pierce, estos temas también se llegan a tratar desde una perspectiva de concienciación, sumados a muchos otros. Atención, por ejemplo, al capítulo del diorama de Britta y Annie para concienciar sobre la contaminación petrolífera de los océanos…

Por norma, en esta serie vamos a encontrar a un grupo de amigos que, a su manera, tratan de sobrevivir en la Universidad Pública americana; pero, por otra parte, siempre intentan que la misma sea un lugar mejor -aunque suelen tener que enfrentarse a Pierce por ello, cuando no le dejan de lado, pero bueno…- para todos sus estudiantes. Desde el nivel del equipo que repara los aires acondicionados, o los que limpian los desastres que provocan los alumnos -que no son pocos, luego hablaremos de ello-, hasta el decano o el consejo de la escuela.

• Referencias frikis por doquier (D&D, Doctor «Spacetime»…)

Siendo sinceros y viendo al tándem Abed-Troy, sobre todo en las cuatro primeras temporadas, era bastante obvio que en esta serie no iban a dejar de lado la temática nerd. Si bien es cierto que a Abed a veces se le va un poco la mano con ello, haciendo que sus compañeros tengan incluso que preocuparse por su salud mental y el hecho de que parece un niño pequeño en un cuerpo de adulto, lo cierto es que me han encantado algunos de los capítulos con referencias y guiños a clásicos reales de la fantasía y la ciencia ficción. Buen ejemplo de esto son los dos capítulos donde Abed convence a sus amigos de usar una partida de D&D para conseguir acercar las posiciones de ciertos personajes; o todos aquellos en los que hablan del «Doctor Spacetime»… ¿A nadie le recuerda a ninguna serie de culto de ciencia ficción que lleva 50 años en antena? 😉

• Los capítulos del Paintball y los de fortines.

Estos conforman, sin duda, otro de los grandes puntazos de la serie. Y es que, ¡en ninguna de las tres primeras temporadas falla! En todas ellas caen uno o dos capítulos de batalla campal de Paintball, cada una con un origen, un estilo y un objetivo concreto para los estudiantes, pero todos igual de geniales sin discusión. Verdaderas joyas escondidas en esta serie, os lo digo de verdad.

Por otra parte, también son muy, muy divertidos los capítulos sobre los fortines de sábanas y almohadas a través del campus. Idea original, por supuesto, de Troy y Abed -que no siempre termina como ellos esperan, también hay que decirlo-, pero que acaba implicando a todos y cada uno de los alumnos. No os doy más detalles a los que no la hayáis visto para que os encontréis con la sorpresa de frente, jiji… 🙂

• El estilo: cada capítulo, una referencia o un estilo

Al menos en las primeras cuatro temporadas de Community, los espectadores se van a encontrar con sorpresas inesperadas en cuanto a referencias y estilos de capítulo. ¿A qué me refiero? Pues, por ejemplo, a cosas como las mencionadas en los dos puntos anteriores o, por otro lado, capítulos en los que… ¡ni siquiera salen actores de carne y hueso! Animación 2D, Stop-Motion… En otros casos, nos encontraremos cameos conocidos como el de Owen Wilson y Ben Stiller, o nos iremos a referencias retro de los orígenes de la informática y los juegos de realidad virtual.

Todos, o casi todos estos capítulos, no obstante, tendrán algo en común: una enseñanza sobre algo que atormenta o preocupa a uno de los protagonistas. Como decía, en esta serie los veremos, sobre todo, madurar y seguir adelante con unas vidas que parecían inservibles al principio de la serie.

• La última temporada: lo forzado y lo innecesario, aunque el último capítulo…

Para terminar con el punto bonus, quizá el más negativo de la reseña, vamos a adentrarnos en la sexta y última temporada de la serie. Como ya comentaba, los capítulos, la producción, el reparto había comenzado a decaer a partir del comienzo de la quinta temporada, tras la marcha primero de Pierce y luego de Troy. En la quinta temporada lograron, más o menos, mantener la cosa a flote con algún acierto puntual, pero fue bastante floja. Sin embargo, la sexta, en general, es como un «control de daños».

Es decir, trataron de darle un final más o menos digno a la serie y, de hecho, rescataron algún clásico de la serie como era el capítulo del Paintball. Aparte, intentaron darle otro aire con la incorporación de Frankie o Elroy tras la marcha -también- de Shirley, aparte de darle un poco más de relevancia al decano, pero no se siente el espíritu que tenía la serie. Es una temporada que, seamos francos, se ve porque hay que terminar la serie. Y, de hecho, el último capítulo resulta sorprendentemente emotivo y agradable en comparación con los demás de la temporada; es divertido ver cómo piensan todos los personajes qué ocurriría si hubiera una séptima temporada, aunque es probable que todos los actores supieran que aquello se acababa.

Y no, no hubo película al final 😉

Con todo esto, considerando lo bueno y lo malo, diría que a pesar de todo le doy un 4/5 a la serie en su totalidad. Es una lástima que se estropeara en las últimas dos temporadas, cierto; pero los buenos momentos que nos dejaron las otras cuatro tampoco pueden caer en el olvido.

Si os ha gustado la reseña y/o la serie, ¡no olvidéis comentarlo aquí debajo y dar «Me Gusta» a la entrada! ❤ ¡Os quiero!